El PSOE justifica la polémica porque Montero cuestione la presunción de inocencia por los «prejuicios machistas» en la Justicia

El Gobierno ha asumido la polémica generada por las declaraciones de María Jesús Montero sobre la absolución de Dani Alves. La vicepresidenta primera calificó el fallo judicial como una «vergüenza» y cuestionó la presunción de inocencia, lo que ha provocado un fuerte rechazo por parte de jueces y fiscales. Sin embargo, tanto La Moncloa como Ferraz han respaldado a la dirigente socialista, enmarcando sus palabras dentro de la «impotencia» sentida ante una sentencia que consideran «cruel» y «difícil de digerir».

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