Si hay una celebración que destaca entre todas las fiestas y tradiciones alcañizanas, esta es, sin duda, su Semana Santa. Integrada en la Ruta del Tambor y el Bombo, la Semana Santa de Alcañiz cuenta, sin embargo, con unos rasgos propios que la hacen única y diferente a las demás. Las túnicas de color azul, son una de esas señas de identidad, al igual que su sonido, marcado solo por los redobles de los tambores que acompañan a pasos e imágenes de gran belleza logrando crear un ambiente sobrecogedor y de gran solemnidad.
Todos estos actos comenzaron este pasado Domingo de Ramos con la conocida como procesión de las Palmas o de la Burreta, y tuvieron su continuidad el lunes con el pregón, que este año estuvo a cargo de Esteban Sabater Bayod, vicerrector del Seminario de Zaragoza, quien describió estos días como «un hecho, religioso, cultural y tradicional de primer orden».
Ayer martes, tuvo lugar la procesión del Vía Crucis con el Encuentro y esta tarde saldrá la procesión de Jesús Nazareno. Por delante quedan todavía cuatro días en los que Alcañiz vivirá con intensidad la Pasión de Cristo con la procesión del Silencio, el Jueves Santo; y las procesiones del Pregón y de la Soledad, el Viernes Santo. Hacia medianoche, y aunque la capital del Bajo Aragón no rompe la hora, sus vecinos, vestidos de calle, saldrán a palillear en el denominada ‘Noche de tambores’, primero en la plaza de España y después por todas las calles.
La procesión del Santo Entierro, durante el Sábado Santo, es uno los grandes atractivos de la Semana Santa alcañizana por la multitud de cofrades que en ella participan y por la solemnidad y liturgia que acompaña todo el recorrido que acaba en la plaza de España con el Sellado del Sepulcro.
Ya el Domingo de Pascua, Alcañiz celebra una peculiar procesión conocida como Las Palometas, en la que se sueltan doce palomas blancas como símbolo de la Resurrección de Cristo, culminando así unos días en los que Alcañiz muestra el arraigo de una de sus más bellas tradiciones que bien merece ser visitada, al menos, una vez en la vida.