La dimisión del director general de la BBC, Tim Davie, ha puesto en un brete a la cadena pública británica. El ejecutivo se ha marchado tras verse presionado por un informe interno que acusaba a la radiotelevisión de «sesgo sistémico» en sus coberturas informativas.
El informe ha señalado especialmente la cobertura que realizó la cadena británica sobre el asalto al Capitolio en enero de 2021. Se utilizó un discurso fragmentado de Donald Trump, en el que daba la impresión de que estaba alentando explícitamente a sus simpatizantes a tomar la sede del Congreso de los Estados Unidos.
Recientemente, también se filtraron otros informes, en The Telegraph y Deadline, en el que se ponía de manifiesto que la BBC tuvo que reorganizar completamente su edición en árabe, tras descubrir «manipulaciones informativas» sobre la guerra en Gaza, dando voz tanto a simpatizantes de Hamás como a colaboradores antisemitas.
Aunque Davie, en su carta de dimisión, ha declarado que se va «por decisión propia», la propia misiva deja claro que estos factores han contribuido a su salida.
«La BBC está funcionando bien, pero se han cometido algunos errores y, como director general, debo asumir la responsabilidad final», expresaba. «El actual debate en torno a BBC News ha contribuido» a su decisión.
En pleno escándalo, en el que también ha dimitido la consejera delegada de informativos de la BBC, Deborah Turness, la mirada se puede poner también sobre Radio Televisión Española (RTVE).
En la cadena pública española, las acusaciones sobre «sesgo informativo» han proliferado tanto desde el desembarco de Pedro Sánchez al Gobierno como desde la llegada de José Pablo López a la presidencia de la Corporación.

Oficinas de la BBC Broadcasting House en Londres
EFE
En el caso de la BBC, los informes han procedido del Comité de Normas y Estándares Editoriales (EGSC). En el de RTVE, las denuncias por «mala praxis» dentro de RTVE provienen principalmente del Consejo de Informativos (CdI).
El CdI es un órgano interno fundamental dentro de RTVE. Es el encargado de garantizar «la independencia, objetividad y veracidad de la información que se emite en los Servicios Informativos de la radiotelevisión pública española».
De ahí, que se le tenga especialmente en cuenta en lo referente a las acusaciones que ha lanzado contra programas de RTVE por «manipulación informativa».
Las denuncias del CdI
Principalmente, las denuncias han puesto el foco especialmente en los magacines de actualidad: La hora de La 1, Mañaneros 360, Directo al grano y Malas lenguas. Tres de ellos, además, cuentan con una notable parte de producción externa.
El pasado 23 de mayo de este 2025, el CdI abrió una investigación «de oficio» sobre Mañaneros 360 y Malas lenguas. El consejo actuó después de recibir «numerosas quejas» por trabajadores de la Corporación.
El escrito del CdI recordaba que todos los programas informativos tienen que cumplir con la Ley 17/2006 de la radio y la televisión de titularidad estatal, el Mandato Marco, el Estatuto de la información de RTVE, el Manual de Estilo, la Ley General de Comunicación Audiovisual y la Constitución.
Los magacines de actualidad han sido tildados por el propio José Pablo López como «info-entretenimiento», señalando así que no tienen que depender de los Servicios Informativos.
Sin embargo, eso no implica que no deban adherirse al «manual de estilo de RTVE». «Deben separar claramente la información de la opinión y ajustarse a los criterios de rigor, independencia, pluralismo, neutralidad e imparcialidad», denunciaba el CdI cuando anunció esta investigación.
Y es que no son pocas las quejas de los trabajadores de la pública criticando que en esos formatos se combina opinión e información sin diferenciarla claramente.
El caso de Cintora
El programa de Jesús Cintora fue denunciado de nuevo el pasado 12 de junio. El motivo fue la cobertura del caso Santos Cerdán. El CdI señaló que hubo «falta de rigor informativo», al señalar que una producción externa estuviera asumiendo contenido informativo de RTVE.
«El Consejo de Informativos de TVE rechaza de forma taxativa que los hechos informativos de especial trascendencia acaecidos en las últimas horas, sean transmitidos a la audiencia mediante un programa de producción externa«, denunciaba.

Jesús Cintora en ‘Malas lenguas’.
RTVE
El CdI señaló que Cintora informó que «el presidente del Gobierno ha pedido perdón por la dimisión de su secretario de organización Santos Cerdán, acusado de corrupción». Sin embargo, realmente Sánchez se disculpaba porque «hasta esa misma mañana estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán«.
El órgano que vela por la rigurosidad y profesionalidad del Ente también señalaba que era «fundamental que los contenidos informativos sean rigurosos y estén supervisados en todo momento por los Servicios Informativos de RTVE».
La «mala praxis» de Javier Ruiz
A mediados de septiembre, el mismo Consejo de Informativos denunció «mala praxis» a Javier Ruiz, debido a la «manipulación informativa» que realizó a la hora de informar sobre un ataque terrorista palestino en Jerusalén, donde murieron seis personas. Entre los fallecidos, se encontraba un ciudadano español.
En la emisión del 8 de septiembre de Mañaneros 360, Ruiz atribuyó el atentado terrorista palestino a un «ataque israelí».
«La rigurosidad periodística es esencial para evitar interpretaciones erróneas o juicios apresurados», denunciaba el consejo en un comunicado, señalando que Ruiz hablaba «de un ataque sin mencionar terrorista ni atentado».

Javier Ruiz en ‘Mañaneros 360’.
RTVE
El mismo consejo señalaba que no hubo rectificación alguna ni aclaración. «Les pedimos al equipo de redacción que, al abordar este tipo de información tan delicada y polémica, refuercen el proceso de verificación y contraste de fuentes», solicitaba el consejo.
«Machismo y falta de neutralidad»
Pero no ha sido el único caso. El sindicato Unión Sindical Obrera (USO), a finales del pasado mes de octubre, denunció «machismo y falta de neutralidad» en el programa Malas lenguas, que conduce Jesús Cintora.
El comité sindical acusó también al presentador del formato de actuar «como un tertuliano más», a la hora de organizar los debates, olvidando su labor de moderador del foro.
«Se constata una pauta de comportamiento editorial y de tiempos de palabras incompatible con los principios de igualdad, pluralismo y servicio público que deben regir en RTVE», denunciaba USO.
El caso de Gonzalo Miró
El 1 de noviembre, el CdI de RTVE denunció que Gonzalo Miró, en calidad de presentador de Directo al grano, cometió «mala praxis» al «incumplir el Manual de Estilo, el Estatuto de Información y la Ley General de Comunicación Audiovisual» por sus «graves acusaciones sin pruebas» sobre Carlos Mazón el día de la DANA.
El consejo hacía referencia al pasado 7 de octubre de este 2025, cuando Miró especuló con las posibles acciones que estuviera realizando el expresidente de la Comunidad Valenciana.
En medio de tantas denuncias, el Consejo de Informativos de RTVE anunció para el pasado 17 de octubre que convocaba una encuesta para los trabajadores de la Corporación para que expresasen su opinión sobre la línea editorial tanto de los telediarios como de los programas de actualidad.

Gonzalo Miró presentando el programa ‘Directo al grano’.
RTVE
El mismo CdI comunicó, un día antes de la realización de la encuesta, que esta consulta era anulada. El motivo que se argumentó fue por las «presiones» que habría recibido por parte de la dirección de TVE. «Estamos hartos y decepcionados», lamentaba en una nota de prensa.
El regreso de los «Viernes Negros»
A las denuncias del CdI, se suman las iniciativas sindicales que denuncian el “sesgo informativo” que está viviendo RTVE.
Desde mediados de julio, los «Viernes Negros» han vuelto a la Corporación. En RNE, con el apoyo del sindicato CGT. Este hecho no se producía desde el año 2018, cuando los trabajadores de la Corporación iniciaron estas protestas por la «manipulación» informativa de la cadena.
«Se corre el peligro de confundir información con opinión y de entregar el relato informativo a colaboradores externos, en detrimento del rigor profesional», respondía el CdI ante esta iniciativa.
La oposición política
Las denuncias no sólo están dentro del Consejo de Informativos o de diferentes gremios sindicales. Las acusaciones de “sesgo sistémico” se han extendido a la política.
Ejemplo de ello es la última Comisión Mixta de Control Parlamentario, celebrada el pasado 28 de octubre. En esta, se le acusó a José Pablo López de tener un «sesgo parcial» a favor del Gobierno en la cadena pública.
Macarena Montesinos, secretaria general del GPP en el Congreso, denunció la «manipulación informativa sistémica y endémica» que está teniendo la programación actual del Ente.
Es más, Montesinos acusó al presidente de la Corporación de «vulnerar el manual de estilo de RTVE para hacer llegar el argumentario diario de Moncloa».

El presidente del Consejo de Administración de RTVE, José Pablo López, el pasado 25 de septiembre en el Senado.
Otro diputado del PP, Ángel Ibáñez, sacó uno de los puntos que más críticas tiene la actual Corporación, la de la externalización de sus formatos diarios. Ibáñez acusaba a López de haber «llenado la parrilla con informativos de productora, estrategia diseñada para que el mensaje sanchista llegue sí o sí a los telespectadores».
A pesar de haber denuncias del CdI, sindicatos y trabajadores que son similares a las que tuvo la BBC, no está previsto que nadie dimita en RTVE. Ni el presidente ni nadie del Consejo de Administración.
Es más, no ha habido reacción alguna oficial ante las continuas denuncias tanto del consejo como de los trabajadores y los sindicatos.
Tampoco se cede ante las acusaciones de partidos políticos, con respuestas del presidente de RTVE en la Comisión Mixta recordando que formatos como Mañaneros 360, «están también en las cadenas autonómicas».
«Si se producen estos programas en TVE, mal. Pero cuando se hacen para televisiones autonómicas controladas por el PP, bien», expresaba López en la comisión de octubre.
A pesar de que las denuncias del CdI están centradas en la importancia de la «rigurosidad y profesionalidad» que deben tener la radiotelevisión pública española.
Las denuncias llegan a TVE pero las dimisiones no, al contrario de lo que ocurre en la BBC.












