Vuelo exclusivo, copado por una delegación de 100 personas, entre jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y algún allegado, todo liderado por el nuevo técnico, Miguel Angel Russo. Es Boca mudándose a Miami para el Mundial de Clubes. Sin refuerzos… Después de su tormentosa desvinculación de San Lorenzo para regresar a Boca, pretendía Russo en su primera semana como técnico xeneize sumar un par de incorporaciones para que ya viajen con el plantel a Estados Unidos. Pero no fue posible. Las negociaciones se dilataron.
Marco Pellegrino, marcador central que jugó en Huracán pero cuyo pase pertenece al Milan, fue autorizado por el club italiano a realizarse la revisión médica este domingo al mediodía. Boca pagó 3.500.000 de dólares por su pase, más una plusvalía de un 20 por ciento ante una futura venta. Eso sí, no fue suficiente el tiempo para coronar la firma del contrato del jugador y subir al avión.
El martes el defensa estaría viajando a Miami. La intención de Boca es que lo haga acompañado por otro refuerzo, por Malcom Braida, con quien está acordado el contrato pero resta resolver su salida de San Lorenzo. El extremo no quiere ejecutar la cláusula de salida y por ahora Boca y los dirigentes xeneizes no llegaron a un acuerdo con sus pares cuervos. En estas horas se verá.
Sigue sin cumplirse el sueño de Paredes
Como el cierre definitivo de lista es este martes 10 de junio, Boca no podría incorporar más que esos dos refuerzos. El sueño del retorno de Leandro Paredes sigue esperando. ¿Se cumplirá después del Mundial de Clubes? ¿Por qué no? Por lo pronto, el presidente Juan Román Riquelme no se subió al avión anoche para charlar con Paredes personalmente después del partido que jugará mañana por las Eliminatorias. Claro que si vuelve Paredes de ningún modo llegará para este competición FIFA en Estados Unidos.
Más allá de Paredes, ahora la obsesión de Boca es esta aventura en suelo estadounidense, que reúne a los mejores equipos del planeta. Los xeneizes, que quedaron muy rápido fuera de la Libertadores y que se despidieron en cuartos de final del Torneo Apertura, apuestan a recuperarse en esta competición exigente.
Boca comparte el Grupo C, un grupo más que duro, porque se cruzará con dos poderosos. El debut será contra el Benfica el lunes 16. Después, el viernes 20, le tocará contra el Bayern Munich. Y cerrará con un choque accesible: Auckland City de Nueva Zelanda. En este escenario complejo, clasificar a los playoffs sería un gran paso. En estos días de cuenta regresiva hacia el estreno, una de las grandes incógnitas será la presencia de Edinson Cavani, quien sale de una lesión y hasta este domingo no se entrenó a la par del grupo.
En su tercer ciclo como entrenador de Boca, Miguel Russo viene parando una formación que incluye en la mitad de la cancha a Ander Herrera, quien en los últimos dos meses de competencia oficial no había jugado por una lesión muscular. Habrá que ver si el español es titular en el debut con el Benfica.
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Viajaron 30 jugadores en el vuelo que salió un rato antes de la medianoche del domingo. Luis Advíncula y Lucas Blondel, que se encuentran con sus respectivas selecciones en los partidos de Eliminatorias, se sumarán directo en Estados Unidos. Y aguardan por la visa que le permita ingresar a Ayrton Costa. Y por los refuerzos, claro.
