Robert de Niro recogió este martes la Palma de Oro de honor del Festival de Cannes y lo hizo con un llamamiento a reaccionar y a hacerlo ya porque los ataques del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el cine «son inaceptables».
«El presidente filisteo de Estados Unidos» empezó recortando ayudas para el arte, los derechos humanos y la educación, recordó De Niro, que en ningún momento pronunció el nombre de Trump. «Y ahora quiere imponer un cien por cien de aranceles para las películas producidas fuera de Estados Unidos».
«La creatividad no tiene precio (…) sus ataques son inaceptables«, afirmó el veterano actor, para quien no se trata de un problema solo de su país, sino de una situación global y por eso pidió que haya una reacción, «hoy, sin violencia y con determinación».
Porque el arte es democrático, inclusivo y une a la gente, abraza la diversidad y por eso es una amenaza. «Somos una amenaza para los autócratas y los fascistas de este mundo», dijo De Niro, con todo el auditorio del Grand Théâtre Lumiêre de Cannes en pie.
Un discurso emotivo, en el que quiso dejar claro que los estadounidenses son conocidos «por ser democráticos y abiertos al mundo«, por luchar por la democracia, que no consideran como algo adquirido.
De Niro hizo un llamamiento a participar en las elecciones, porque el voto «es muy importante». Y cerró su discurso con un sentido homenaje al lema de la Revolución Francesa de 1789: «A la libertad, la igualdad y la fraternidad«.
De manos de DiCaprio
Varias ovaciones interrumpieron las palabras de De Niro, que recogió su Palma de Oro de manos de Leonardo DiCaprio mientras varios minutos de aplausos le llevaron casi hasta las lágrimas.
«Gracias Leo por estar aquí conmigo y por mí», dijo De Niro, que recordó que la primera vez que participó en el Festival de Cannes fue en 1973 con ‘Mean Streets‘ (‘Malas calles’) y la última 50 años más tarde con ‘Killers of the Flower Moon‘ (‘Los asesinos de la luna’), también de Marty, como él llama al realizador.
Entre medias, volvió a Cannes como cinéfilo y a presentar otros filmes, de Bernardo Bertolucci, Barry Levinson o Sergio Leone, además de haber sido presidente del jurado. «Esta es mi comunidad», afirmó.
«El legado de De Niro no es solo los papeles que ha interpretado, también cómo ha tratado los personajes como una transformación, todos lle admiramos. No ha sido otro gran actor, ha sido EL ACTOR», afirmó DiCaprio. También reconoció que su vida cambió cuando con solo 15 años se cruzó con De Niro en ‘This Boy’s Life’ (‘Vida des este chico’, 1993).
«Bob no dice muchas cosas pero cuando habla le escuchamos, ya sea sobre la familia o los amigos, de su compromiso con la democracia o su apoyo al cine. Está ahí, presente».
Y recordó cuando su padre le hizo ver las primeras películas de De Niro, en las que se sintió fascinado por su calma, por «ese estado de espíritu que expresa en silencio», algo que le enseñó que «los momentos sin palabras a veces son los más fuertes«.
También provocó risas cuando se dirigió a los asistentes. «Ha enseñado a toda una generación cómo mirarse en un espejo y cómo hablar. No me digáis que no lo habéis hecho». «No hay nadie que merezca más una Palma de Oro que él«, sentenció.