Mientras la Guardia Civil prosigue con las investigaciones para aclarar el accidente náutico ocurrido el viernes por la noche, en el que perdió la vida el joven Guillem Comamala, de 20 años, cuando la barca en la que pescaba con unos familiares fue abordada por el yate La Luna, están apareciendo más testigos que refieren haber visto a la lujosa embarcación navegar de forma temeraria en distintos puntos de la costa de Mallorca. Los investigadores están recopilando todos los testimonios posibles antes de tomar declaración al hombre que presuntamente pilotaba el yate, un alemán de unos 35 años.
El accidente ocurrió el pasado viernes sobre las diez de la noche en Cala Bona (Son Servera). El yate La Luna, una lujosa embarcación Riva 66 Ribelle de unos veinte metros de eslora, presuntamente abordó a una pequeña barca en la que se encontraba Guillem Comamala, de 20 años, pescando calamares junto a su hermano pequeño y su tío. A consecuencia del impacto el bote perdió el motor y Guillem sufrió graves lesiones en un brazo y la cabeza que le causaron la muerte. El yate prosiguió su marcha y no se detuvo a auxiliar a las víctimas.
Las primeras gestiones del Servicio Marítimo de la Guardia Civil fueron encaminadas a localizar al yate que causó el accidente, que según los supervivientes, navegaba a una gran velocidad. Lo encontraron al día siguiente, atracado en el muelle de Porto Cristo. Agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) inspeccionaron el casco para buscar señales del impacto y la embarcación fue precintada.
A lo largo de las horas siguientes la Guardia Civil ha recopilado una serie de testimonios que apuntan a casos anteriores de navegación temeraria por parte del piloto del La Luna. Entre ellos están varias personas que presenciaron un incidente ocurrido poco antes de la muerte de Guillem Comamala.Esa misma tarde, en Cala Agulla, donde la lancha auxiliar del La Luna hostigó a una pequeña barca en la que iban dos menores, pasando muy cerca y estando a punto de hacerla volcar. El padre de los chicos, que presenció la escena, manifestó que tenía la impresión de que los ocupantes del La Luna iban borrachos.
No ha sido el único caso. Varios testigos más han referido que en otras ocasiones habían visto al yate que navegaba de forma temeraria, entrando y saliendo del muelle de Porto Cristo a gran velocidad.
La Guardia Civil tiene identificado a la persona que iría a los mandos del La Luna cuando ocurrió el accidente. Se trataría del hijo del dueño, un hombre de unos 35 años de edad y con una residencia en Mallorca.
Los investigadores tienen previsto tomarle declaración en los próximos días, una vez se hayan reunido todas las evidencias posibles para aclarar lo ocurrido.