Carlos Alcaraz sigue con paso firme hacia su tercera final consecutiva de Wimbledon, allí donde quiere estar el próximo domingo 13 de julio para repetir sus éxitos de 2023 y 2024, cuando ganó las dos veces en el partido definitivo al serbio Novak Djokovic.
Tras superar a Andrey Rublev en cuatro sets en octavos de final, el murciano confesó que sintió unas molestias en el hombro derecho, pero quitó hierro al asunto, lógico viendo su actuación en pista, donde se exprimió para golpear duro y sacar a gran nivel: hasta 22 aces conectó Alcaraz ante el tenista ruso.
«Me he notado muy bien, muy cómodo. Ahora estoy con muchas ganas de seguir así»
«Hoy he notado una pequeña molestia en el calentamiento, siempre es mejor tratarlo y ver qué pasaba. Luego me he notado muy bien, muy cómodo, llegar a cuartos jugando el mejor partido da mucha confianza para seguir y mejorar las cosas que tengamos mejorar. La confianza de jugar mejor es siempre positiva», dijo Carlos en su rueda de prensa.
«Después de cuatro partidos por fin podemos sacar como hoy. Ahora estoy con muchas ganas de seguir así», añadió sobre su servicio, que le sacó en más de una ocasión de situaciones comprometidas durante el encuentro.
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«Andrey es uno de los jugadores más poderosos que tenemos en el circuito, con esa derecha y ese saque. Te empuja al límite, de lado a lado. Es muy difícil jugar contra él, pero yo he jugado muy inteligente, moviéndome muy bien», afirmó el murciano.
«El tenis es un deporte en el que todo puede cambiar en un punto. Tienes que mantenerte ahí mentalmente fuerte todo el partido. Sabía que iba a jugar mejor que en el primer set y aprovechar las oportunidades. Creo que el break del segundo set lo cambió todo y me empecé a sentir más cómodo», aseguró Alcaraz, que se enfrentará el martes al británico Cameron Norrie en cuartos de final.
