Vistos los precedentes, no puede decirse que a nadie le haya pillado con excesiva sorpresa. Solo cinco meses después de su sorprendente llegada a Vallecas, James Rodríguez ha roto su vínculo con el club de la franja, a donde llegó como fichaje estrella en el año del centenario tras ser nombrado mejor jugador de la Copa América el pasado verano. Un fichaje estrella, apuesta personal del dueño Raúl Martín Presa, que chocó con un Iñigo Pérez que nunca lo pidió y para el que su exposición mediática ha sido un quebradero de cabeza constante fuera del terreno de juego.
Apenas un partido como titular y otros cinco como suplente ha jugado James desde su llegada a Vallecas, hace ahora 135 días. Ni un gol ni una asistencia es el saldo de un fichaje al que Presa puso a la altura del de Diego Armando Maradona por el Nápoles el día de su presentación, pero que en ningún momento ha encajado en lo que buscaba su entrenador, que se ha mostrado molesto en varias ruedas de prensa por tener que dar explicaciones por la suplencia, justificada por el rendimiento de sus compañeros, del colombiano.
«Entiendo que los jugadores que tanto James como el resto de jugadores que no participan todo lo que quieren protesten, o se quejen… Y hablen mal del entrenador en entornos cercanos», reflexionó recientemente el entrenador navarro, y que desde entonces no ha contado con él aunque nunca ha puesto en duda su profesionalidad. «Yo lo que veo en mis jugadores es que todos entrenan bien, todos compiten de lunes a sábado y todos quieren jugar. Y todos respetan mis decisiones», zanjó, visiblemente hastiado por las preguntas acerca de la falta de minutos del colombiano.
Así las cosas, James se va de Vallecas por la puerta de atrás y sigue añadiendo víctimas a la lista de equipos que ha abandonado antes de tiempo, rompiendo el contrato que le unía hasta final de año. Desde 2020, año en el que fichó por el Everton procedente del Real Madrid a cambio de 32 millones, el colombiano ha rescindido su vínculo con los seis clubes con los que firmó. Destinos exóticos, otros a priori por debajo de su nivel… En ninguno se ha asentado, convirtiendo un talento como pocos había en el fútbol en un nómada que no logra encontrar el ecosistema para brillar.
De Arabia a Vallecas pasando por Grecia
Su particular lista negra empezó precisamente tras llegar a los Toffees, donde desembarcó de la mano de un Ancelotti que le dio confianza y propició, de hecho, sus últimos meses de esplendor como futbolista en lo que a clubes respecta.- Allí llegó a ser lider de la Premier durante varias jornadas, pero las lesiones de jugadores importantes condicionaron su rendimiento y terminaron décimos. A la siguiente temporadas, con la salida de Ancelotti rumbo al Madrid, llegó Rafa Benítez y empezó la decadencia de un James que acabó saliendo en verano rumbo al fútbol qatarí.
En septiembre de 2021, el Al Rayyan se hizo con los servicios del mediapunta. Pero como ha ocurrido más veces a posteriori, no convenció a Laurent Blanc, por aquel entonces técnico de los qatarís. Y solo un año después, rescindió el contrato y se despidiócon apenas 16 partidos jugados y cinco goles anotados.
De ahí regresó a Europa para reencontrarse con un viejo conocido. James eligió Grecia para tratar de relanzar su carrera y firmó con Olympiacos como agente libre, volviendo a jugar con Marcelo. Y antes de acabar la temporada, llegó a un acuerdo con el club y rescindió de nuevo, tras haber jugado 22 partidos entre Liga y Copa anotando 5 goles. En ese momento, se habló de comportamientos nocivos en el vestuario y salidas nocturnas, además de los constantes roces que tuvo con el entrenador José Anigo.
Pendiente de la Kings League
Tras varios meses sin club, volvió a Sudamérica, al Brasileirao para jugar con Sao Paulo, donde le pasó más de lo mismo. Solo 14 partidos, nueve como titular, con un saldo de un gol y tres asistencias. Ganó un título pero no lo hizo en el campo y al acabar el año rescindió, llegando a la Copa América como agente libre de nuevo.
En ella brilló liderando a Colombia hasta la final, donde cayó con Argentina, y llevándose un MVP que llamó la atención de un Rayo que, como sus anteriores romances, se ha desenamorado de James a las primeras de cambio. Eso sí, mientras espera nuevo club, el colombiano no parece excesivamente preocupado. De hecho, en los últimos días solo ha aparecido públicamente para mandar un mensaje de ánimo a la selección colombiana de la Kings Nations Cup que se celebra en Italia, ya que el mediapunta es copresidente y podría incluso lanzar un penalti, en caso de viajar.
Antes del partido entre Colombia contra Turquía, James envió un mensaje a la selección, que se clasificó para los cuartos de esta nueva competición. Y abrió la puerta a ir hasta allí y participar directamente en este particular Mundial de streamers que ha montado Gerard Piqué.
«Les mando un abrazo muy grande. Representar al país es un orgullo muy grande en cualquier cosa que hagamos, así que denlo todo por esta linda bandera. Denlo todo por este hermoso país que tenemos. Los voy a estar apoyando desde lejos y espero acompañarlos en el próximo partido«, dijo James, que mientras tanto, paradojas de la vida, busca un nuevo equipo en el que por fin, a sus 33 años, pueda encontrar la estabilidad.