La participación en las elecciones legislativas que se celebran este domingo en Portugal fue del 51,96% hasta la media tarde, cerca de seis puntos porcentuales más que lo registrado a la misma hora en los comicios de 2022, informó el Ministerio de Administración Interna (del Interior) luso.
Los datos, que indican la afluencia de los electores a las urnas hasta las 16.00 hora local (misma hora GMT), son superiores al 45,66% notificado hace dos años en la misma franja horaria.
A lo largo de esta jornada, que ha transcurrido con «tranquilidad» -según informaron fuentes policiales a EFE-, se han sucedido los llamamientos de los políticos para que los ciudadanos acudan a ejercer su derecho en un país donde la participación no suele ser alta: en las elecciones de 2022, el porcentaje fue del 51,42%.
Los centros electorales abrieron sus puertas a las 8.00 hora local en Portugal continental y Madeira, y se prevé que cierren a las 19.00 horas. En el archipiélago de las Azores los centros iniciaron la jornada sesenta minutos más tarde y también terminarán el día después por encontrarse en una zona horaria diferente.
La jornada está marcada por las quejas de la coalición conservadora Alianza Democrática, que denunció hoy que algunos votantes confundieron su papeleta con la de otro partido con nombre similar, Alternativa Democrática Nacional, y apeló a la Comisión Nacional de Elecciones para que pida el «voto informado» para evitar más errores y que los votantes vean que son dos partidos distintos.
Otras fuerzas políticas, como el Partido Socialista, denunciaron que, con estas denuncias, Alianza Democrática (liderada por el Partido Social Demócrata) está aprovechando para alargar la campaña electoral.
Unos 10,8 millones de portugueses están llamados a votar este domingo en unas elecciones en las que se renuevan los 230 escaños del Parlamento y donde son favoritos para convertirse en primer ministro el líder socialista, Pedro Nuno Santos, y el líder de Alianza Democrática, Luís Montenegro.
Los sondeos dan ventaja a la derecha, pero proyectan un escenario sin mayorías absolutas, por lo que los pactos serán fundamentales para conseguir formar Gobierno y la ultraderecha podría tener un papel clave como tercera fuerza más votada.
Estos comicios anticipados llegan poco más de dos años después de los anteriores debido a que la tercera legislatura del primer ministro, el socialista António Costa, se truncó a la mitad por su dimisión en noviembre, tras el anuncio de la fiscalía de que lo investigaba por presuntas irregularidades, aunque el Ministerio Público apenas ha difundido información y no hay ninguna acusación formal contra él.
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