Que nadie se extrañe si en Xeresa se encuentra con un montón de trastos rodeados por una cinta de la Policía Local que impide el paso. No es que sean residuos peligrosos, sino que, como bien indica el cartel informativo adjunto, los agentes están investigando quién ha cometido ese acto tan habitual y tan incívico de dejar en cualquier parte lo inservible, dando una imagen lamentable del espacio urbano.
El ayuntamiento que dirige la alcaldesa Anabel Peiró, harto de este comportamiento, optó por una medida tan singular como contundente, y lo mejor del caso es que ha dado excelentes resultados.
Peiró cuenta que hace tres semanas se dispuso a colocar esas cintas para que nadie tocara los trastos o la basura arrojada en un lugar inapropiado. Eso permite a los vecinos informar a la Policía Local sobre quién ha podido ser el autor del abandono. En un caso, sorprendido por la medida, fue la misma persona que había dejado los trastos la que reconoció los hechos, al verse delatado, y se brindó a retirarlos y depositarlos en el lugar adecuado.
De momento para quienes actúen así no habrá sanción, dado que la idea no se dirige a multar, sino a concienciar a todos los vecinos de la necesidad de ser cívicos y usar el servicio gratuito de recogida de residuos voluminosos y de depositar el resto en los contenedores o en el ecoparque que periódicamente visita este municipio.
Hasta el momento solo se han abierto unos pocos expedientes sancionadores, y la primera autoridad local constata que en estas tres semanas transcurridas se ha notado no solo una reducción de esta mala praxis, sino también numerosos vecinos que, de forma totalmente anónima, facilitan información a la policía sobre la posible autoría.
El problema de Xeresa está extendido en la mayoría de los municipios, donde, como ocurre en Gandia, existen brigadas que recorren las calles para llevarse esos trastos. Si se sabe su origen, la Policía Local también formula la correspondiente denuncia.
