Borja Marrero se ha convertido en uno de los chefs de alta cocina de España a causa de su labor en Muxgo, con el que ha ganado dos estrellas Michelin como parte de su reconocimiento internacional.
No obstante, el cocinero asegura que su carrera no siempre ha sido color de rosas y se ha sincerado sobre ello en una de las últimas ediciones del podcast conocido como ¨Actitud Constante¨.
En él, Borja Marrero bromeaba con lo mucho que tuvo que trabajar cuando estaba aprendiendo el oficio en el catering de ‘El Bulli’, donde comentaba que se vio obligado a echar muchas horas.
«Antes se trabajaba más que ahora. las dieciséis horas de jornada no te las quitaba nadie», comentaba el chef sobre cómo fue su estancia en la escuela de El Bulli, asegurando que no cobraba acorde al tiempo invertido.
No obstante, la cosa no cambió al año siguiente cuando pasó a formar parte del equipo de prácticas de Juan Mari Arzak, donde asegura que no cobró un solo euro por un año de trabajo.
No obstante, Borja Marrero no hablaba de todo esto como algo negativo, sino todo lo contrario: considera que fue una etapa de mucho aprendizaje con la que pudo construir su proyecto a largo plazo.
«Juan Mari me enseñó que este mundo es una filosofía de vida y, si no lo entiendes así, estás abocado a pegarte un tiro», comentaba el chef sobre una de las importantes enseñanzas que recibió de Arzak.
En este sentido, Borja Marrero concluía aseverando que el mundo de la cocina es tremendamente exigente y, si alguien quiere triunfar en él, debe estar dispuesto a hacer grandes sacrificios.














