Los movimientos de Warren Buffett, presidente y consejero delegado de Berkshire Hathaway, son ampliamente seguidos por el mercado. El interés del ‘Oráculo de Omaha’ por una cotizada puede disparar su valor, mientras que la pérdida de confianza en una compañía puede tener consecuencias negativas para las acciones. Eso es lo que le ha pasado a BYD.
Este lunes, el fabricante chino de vehículos eléctricos ha caído un 3,4% en la Bolsa de Hong Kong después de que Berkshire Hathaway informara que vendió por completo su participación en la compañía asiática.
Así, Buffett puso fin a una inversión de 17 años que creció más de 20 veces en valor durante ese período. Berkshire entró en BYD en 2008, con una compra de 225 millones de acciones por 225 millones de dólares, equivalentes al 10% de la empresa en ese momento. En 2022, Buffett empezó a vender su participación y su participación cayó por debajo del 5% el año pasado.
Li Yunfei, gerente general de marca y relaciones públicas de BYD, en una publicación en su cuenta oficial de Weibo, agradeció a Berkshire por su «inversión, ayuda y compañía durante los últimos 17 años». Describió la venta de la participación como una operación «normal» de inversión en acciones.
En las últimas dos décadas, BYD pasó de ser un proveedor poco conocido de baterías para teléfonos móviles a convertirse en el mayor fabricante chino de vehículos eléctricos e híbridos.
Las acciones de BYD han caído alrededor del 30 % desde el máximo histórico alcanzado hace cuatro meses, debido a crecientes preocupaciones sobre su capacidad para enfrentarse a la competencia en medio de una cruenta guerra de precios en China.
En el anterior trimestre, el mayor rival de Tesla vio caer sus ganancias por primera vez en tres años y medio. Las ventas nacionales de BYD, que representan casi el 80 % de sus envíos globales, cayeron por cuarto mes consecutivo en agosto. La compañía ha reducido su objetivo anual de ventas hasta en un 16 %, a 4,6 millones de vehículos.
