Con la cabeza gacha volverá a casa el Atlético de Madrid. Se olía el desastre y el último partido de la fase de grupos no hizo sino consumar el gran fracaso de la participación del conjunto rojiblanco en este Mundial de Clubes. [Así vivimos el partido entre el Atlético de Madrid y Botafogo]
Los de Simeone se despiden impotentes después de un partido terrible ante Botafogo pese a la victoria inútil, y con el recuerdo de la dura goleada del París Saint-Germain. Un pobre balance que hace daño y alimenta las dudas para la próxima temporada.
En el día en el que a falta de juego se esperaba alma, tampoco hubo de eso. Sin líder en el campo y tampoco fuera de él, el Atlético confirmó su batacazo y al menos tendrá más tiempo para descansar antes de empezar a pensar en el curso que viene.
Julián Álvarez pide un penalti en el partido ante Botafogo.
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Sin juego y con polémica
No hubo demasiada revolución de inicio en el once inicial de Simeone. Gallagher entró al equipo titular y se quedó fuera Griezmann, emblema de la plantilla, símbolo de su decadencia en los últimos meses.
Necesitaba tres goles el Atlético para soñar con el pase a octavos de final en este Mundial de Clubes, pero no hubo ni rastro alguno de un arranque demoledor. Buscó el equipo rojiblanco hacerse con la posesión, es cierto, pero no hubo energía, llegada, ni intimidación al rival.
Botafogo vivió muy tranquilo durante toda la primera parte. El Atlético se fue sumiendo en la más pura monotonía poco a poco, y eso, por supuesto, le encantaba a los brasileños. A ellos les bastaba con ver cómo pasaban los minutos sin que apenas sucediera nada reseñable.
De hecho, quien tuvo la ocasión más clara en los primeros minutos fue Botafogo. Savarino le cogió la espalda a la defensa de una manera clamorosa, corrió y se plantó en el mano a mano ante Oblak con todo el tiempo del mundo para definir. Tan sólo la genialidad del portero atlético evitó la debacle antes de tiempo.
Gallagher quiso insuflar alguna pequeña esperanza a los colchoneros poco después del primer cuarto de hora de juego. Lo hizo con un zurdazo desde dentro del área que se marchó por encima del larguero, pero fue de lo poco potable que hizo el equipo de Simeone en estos primeros 45 minutos.
Julián Álvarez reclamó un primer penalti en el ecuador de la primera mitad que el colegiado no concedió, y tras un nuevo desierto de fútbol durante varios minutos, el tramo final antes del descanso dejó una nueva polémica.
Otra vez Julián cayó en el área, esta vez pisado claramente por un jugador de Botafogo. Todo el mundo esperaba el penalti cuando el árbitro, que no pitó nada en un inicio, acudió a la pantalla a revisar la acción. Sin embargo, señaló falta previa de Sorloth en un lance muy liviano.
Se confirma el desastre
No hubo demasiada revolución tampoco al descanso. Simeone quitó a Gallagher para dar entrada a Griezmann, pero la segunda mitad fue más de lo mismo.
El Atlético quiso, aunque tampoco como si le fuera la vida en ello, pero no pudo. Botafogo se encontró a gusto cerrándose en su área y mirando el cronómetro pasar. Y no sólo eso, sino que se permitió el lujo de lanzar alguna contra que bien pudo haber valido la victoria.
Como la que culminó Igor Jesús, su delantero, con un remate espectacular que obligó a Oblak a meter una mano excelsa para evitar la derrota. Curioso que, con el Atlético teniendo que lanzarse al ataque a hacer tres goles, el mejor fuera su portero.
El tramo final fue un suplicio para los jugadores rojiblancos. Sabían que estaban fuera, se veían impotentes para marcar ni siquiera un gol, por no hablar de los tres que necesitaban.
Pese a todo, el Atlético encontró la única puerta abierta con el gol de Griezmann, que empujó en el segundo palo tras una jugada embarullada. Para entonces era demasiado tarde. Quedaban apenas tres minutos para el final y todavía había demasiado trabajo por hacer.
Los colchoneros consumaron un triste paso por el primer Mundial de Clubes y alimentaron muchas de las dudas que han venido apareciendo en los últimos tiempos.
Atlético de Madrid 1 – 0 Botafogo
Atlético de Madrid: Jan Oblak; Marcos Llorente, Robin Le Normand, Clément Lenglet, Javi Galán; Rodrigo De Paul (Koke, m.65), Conor Gallagher (Antoine Grizmann, m.46), Pablo Barrios (Nahuel Molina, m.84); Giuliano Simeone, Alexander Sorloth (Samu Lino, m.84) y Julián Álvarez.
Botafogo: John Victor; Alex Telles (Cuiabano, m.65), Alexander Barboza, Jair, Vitinho (Mateo Ponte, m.74); Marlon Freitas, Gregore, Allan (Newton, m.59); Jefferson Savarino (Álvaro Montoro, m.65), Artur (Santiago Rodríguez, m.74) e Igor Jesús.
Gol: 1-0, m.84: Antoine Griezmann.
Árbitro: César Ramos (México). Amonestó a Gregore.
Incidencias: Partido de la tercera y última joranda de la fase de grupos del Mundial de Clubes de la FIFA jugado en el Rose Bowl de Pasadena (California) ante 22.992 espectadores.
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