Oh, East is East, and West is West, and never the twain shall meet.
Los pasados 17 y 18 junio se ha celebrado en Málaga la II edición del Foro Económico y Social del Mediterráneo, organizado por Prensa Ibérica, el cual reunió a destacadas personalidades del ámbito político, empresarial, académico y periodístico, no solo del Este de España sino del mundo. Al finalizar don Aitor Moll convocó el tercero que se celebrará en Barcelona el año próximo.
Durante él se analizó la situación actual en todos los ambientes (geoestratégicos, climáticos económicos, sociales, culturales y políticos), se estudió la problemática y se discernió acerca de las debilidades, fortalezas y oportunidades para buscar salidas a la situación de hoy y así continuar progresando. También se reflexionó sobre el porvenir para, desde esperanzas fundadas hallar el camino hacia el futuro con el fin de que nuestros territorios del Mediterráneo sigan siendo un elemento esencial en el mundo que viene. El interesante contenido de los debates podréis encontrarlo en los periódicos de Prensa Ibérica en particular en la NUEVA ESPAÑA.
Ellos tienen la firme voluntad de seguir empuñando el timón para mantenerse en la proa del mundo por lo que esta es una actividad más dentro del una Misión que es impulsar al Corredor Mediterráneo. Para ello todos han puesto la unidad, nacida del interés común, por encima de los particulares de cada ideología política, autonomía territorial y empresarial. Pese a las grandes diferencias políticas, de negocios y territoriales entre unos y otros, todos van a una para defender el bien común. Ello lo consiguen a través de un movimiento abierto y sin discriminaciones de clase o especie, por ello admiten en el equipo desde a los pensadores y grandes empresarios hasta los más humildes que sólo pueden aportar su trabajo y su entusiasmo, tras pasar por toda gama y tipo de emprendedoress, así como de otra clase de personas, desde rectores de universidad hasta directivos.
Mientras ellos luchan como humanos para defender su porvenir, nosotros no cesamos de llorar como marmotas
Siempre van todos de la mano, por eso organizan actos como este, a los que asisten miembros de la Sociedad Civil y empresarios de toda especie, desde los grandes capitanes hasta los más modestos artesanos de aldea.
Pero no solo se reúnen. También actúan porque saben que tomados de uno de uno no son nada: incluso la poderosa Cataluña.
Mientras ellos luchan como humanos para defender su presente y crearse un porvenir, nosotros no cesamos de llorar como marmotas para pedir que otros arriesguen y luchen, con la exigencia posterior de que entreguen los frutos de su esfuerzo a los grupos dominantes de nuestra sociedad, cerrada, endogámica, clientelista y localista, que piensa aún en términos de aldea en la Aldea Global.
Como nada es gratis, la consecuencia es que ahora navegamos más rápido río abajo, hacia las playas de la muerte. Ello no es casual porqué hemos olvidado que a la meta se llega corriendo y no prometiendo que se va a correr. No hemos tenido voluntad, ni generosidad ni valentía para arriesgar. Hemos decidido no solo no actuar sino paralizar a los demás porqué todos partimos del dogma de que la sociedad somos nosotros y no nosotros parte de la sociedad.
Ambas visiones son distintas. La mediterránea busca el éxito en la unidad de todos en cuenta a los objetivos y a la acción. La nuestra se fundamenta en mantener el poder de unos pocos y en exigir la adhesión, vertical e inquebrantable, a toda la sociedad. Los resultados están a la vista.
Callamos nuestra valoración sobre la actual estrategia del Noroeste, pero como todos sois muy inteligentes tenemos la certeza de que sacaréis vuestras propias conclusiones.
También reiteramos nuestra propuesta, de avanzar unidos para conseguir las infraestructuras, la logística, la industria, la digitalización, la agricultura, la cultura… adecuadas: es decir una sociedad y una economía que funcionen. Ello exige cambiar desde un entorno primario, cerrado y estamental a otro libre, competitivo, innovador y abierto al mundo, lo que implica tener un proyecto de futuro cimentado sobre la realidad y no sobre entelequias. Para ello se requiere la participación de todas las administraciones (que obviamente tienen distintos signos y propuestas políticas) y de toda la Sociedad Civil.
El éxito llegará si somos implacables en eliminar el localismo, el clientelismo y la afición a mirarnos en el espejo
Y después:
Trabajar todos unidos. Por eso hacemos una llamada a todos, desde nuestros grandes intelectuales y empresarios hasta los humildes mindundis como nosotros.
El éxito llegará si aplicamos implacablemente una gran energía para eliminar el localismo, el clientelismo y la afición a mirarnos en el espejo. No nos explayamos en los detalles, pero afirmamos que si no nos encabezan los más poderosos no hay nada que hacer. Además, para llegar a la Nueva Frontera tendremos que trabajar y arriesgar: pedir a los demás se puede pero como complemento. Debemos recordar asimismo que lo que otros nos den (desde las infraestructuras, hasta las actividades e industrias que nos pongan los misters Marshalls de turno) tampoco valdrá de nada si no tenemos iniciativas, ya que sus bondades estarán ligadas a lo que podamos generar, por lo que nuestra principal preocupación debe ser crear riqueza a través de nuestra industria y de las posibilidades de nuestras comunicaciones, físicas o digitales: lo demás es o literatura u oportunismo.
Recordamos otra vez lo que escribimos en la NUEVA ESPAÑA el pasado marzo al repetir que las regiones del noroeste ibérico son pequeñas, están económicamente en decadencia, pertenecen a la península pobre y se sitúan en su aislada periferia. Filtrada por el discernimiento esta visión no es real pues si aprovechamos el Cantábrico seremos (desde el Atlántico y el Ártico) la Puerta de Europa, integraremos a la Unión Europea con su Oeste y nos transformaremos en una charnela del Mundo. Además estamos en el corredor que va desde África a Europa.
Conseguir el éxito implica iniciativa para lograr la masa crítica que da nuestra suma y avanzar juntos. Ello exige acción coordinada y decidida de toda la sociedad mediante la cooperación publico privada. Para ello no debemos quejarnos de ser la periferia sino sentirnos siempre el centro y luchar por estar en él.
Por eso lanzamos estos gritos para que, como en mayo de 1808, nos levantemos frente al peor invasor: ¡Despierta Noroeste!, ¡digamos no!, pacífica y democráticamente: ¡rebelémonos!, ¡hay que luchar, luchar y luchar!, ¡resucitemos a la vieja Gallaecia!, ¡avancemos juntos hacia la Nueva Frontera!, ¡queremos Corredor Atlántico! n
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