Después de una acalorada discusión, Seyran se ha marchado sola a la orilla de la playa, rota por dentro, sin poder contener las lágrimas. Minutos más tarde, Ferit ha llegado más tranquilo, decidido a hablar con ella y arreglar las cosas.
“No soporto verte así. Lo siento mucho… Nunca he querido a nadie en mi vida como a ti. Por eso no estoy acostumbrado”, ha dicho él, con el corazón en la mano.
Pero Seyran, dolida, le ha reprochado que no confíe en ella: “¿No crees que en esta vida no querré a nadie más que a ti?”. En ese momento, él mismo ha reconocido sus errores: “Soy así. No sé si algún día cambiaré o podré hacerlo”.
Seyran le ha dejado claro que no pueden seguir así. Están recién casados y deberían ser felices. Y entonces, ha llegado la reconciliación.
Con un beso sincero, cargado de emociones, la pareja ha sellado su promesa de empezar de nuevo. Después, se han dado un baño en el mar, dejándose llevar por el momento… y por todo lo que aún tienen por vivir juntos.