Cuando Ousmane Dembélé empezó a sacar números de la Copa de los Mosqueteros en el sorteo del cuadro principal de Roland Garros, poco se tardó en ver que la parte alta iba a ser una lucha de gigantes para conseguir el billete para la gran final.
Con Sinner como favorito y número uno, en su camino empezaron a caer nombres temibles, sobre todo los de Alexander Zverev y Novak Djokovic. Ambos han cumplido su deber hasta el momento y se verán las caras en el primer gran partido que va a vivir Roland Garros 2025.
El serbio y el alemán se verán las caras en París por decimocuarta vez en sus carreras, en el que es ya uno de los duelos más repetidos en el tenis actual. Con un balance de 8-5 favorable a Djokovic, el último de sus duelos sucedió hace apenas 131 días, en las semifinales del Open de Australia, que apenas duró un set por el abandono de Djokovic por su lesión en el muslo izquierdo que lo puso nuevamente en el centro de la polémica.
‘Nole‘ fue acusado de fingir en su victoria en cuartos ante Alcaraz y se marchó abucheado tras retirarse en semifinales ante un Zverev que acabó perdiendo nuevamente una final de Grand Slam.
UN CAMINO CADA VEZ PEOR
Sin duda tanto Zverev como Djokovic son quienes entran a la fase final del torneo con peor cuadro de los cuatro grandes nombres que aspiran a coronarse el próximo domingo. Los otros dos, si todo se cumple como se debe, aparecerán en el camino hacia la ansiada Copa de los Mosqueteros. Sinner será el rival en ‘semis’ de superar su duelo de cuartos ante Bublik y Alcaraz, la gran prueba final.
Un camino que de superarlo bien valdrá un título de Grand Slam. El 25º para Djokovic o el ansiado primero para Zverev.
Pero antes de ello, solo puede quedar uno de los dos. Tercer duelo sobre tierra batida y segundo en París, aunque mucho ha llovido desde aquellos cuartos de final de 2019. Djokovic tratará de repetir la misma historia y seguir acechando así el récord de victorias de Nadal en la arcilla parisina.
Alexander Zverev vs Novak Djokovic Roland Garros 2019 / RG
Son ya cien los triunfos para el serbio, que deberá trabajar y sufrir como no ha hecho hasta el momento para derrocar al muro de Zverev. El alemán ha demostrado saber lidiar hasta el momento con el cartel de favorito y persigue en París el sueño que tan cerca tuvo hace un año cuando mandaba en la final (2-1) ante Alcaraz.
Al sueño del Grand Slam le quedan tres grandes montañas por escalar, con la primera de ellas dejando a uno de los dos en el camino. «He tenido muchas victorias bonitas y derrotas difíciles contra él. Nuestra rivalidad tiene una gran historia», resumió Zverev sobre una rivalidad que vuelve a prometer emociones fuertes en la noche del miércoles en París.