El nuevo fondo que revoluciona el mercado de apartamentos turísticos apunta a Málaga

Una inversión que marca tendencia en el sector

La llegada de T10 Capital al mercado de los pisos turísticos refuerza el atractivo del sector inmobiliario español. La empresa ha desembolsado cerca de 10 millones de euros para adquirir tres edificios en Madrid, con un total de 43 apartamentos ya operativos en zonas tan emblemáticas como Gran Vía, Plaza de España y el entorno del estadio Santiago Bernabéu.

Estos inmuebles se destinan íntegramente al alojamiento temporal y forman parte de una nueva línea de negocio centrada en activos turísticos urbanos. Según fuentes del grupo, esta inversión supone solo el primer paso de un plan de expansión que incluye nuevas operaciones en Málaga, Sevilla y el País Vasco.

Málaga, epicentro del interés inversor

La capital de la Costa del Sol se ha consolidado como uno de los destinos más dinámicos del turismo urbano europeo. Sin embargo, su crecimiento ha generado un efecto secundario: la presión sobre el parque de vivienda. Un informe reciente de la Junta de Andalucía advierte de que la ciudad necesita duplicar su oferta residencial para afrontar la próxima década, mientras las licencias para nuevas viviendas turísticas están sujetas a moratoria.

En este contexto, la posible entrada de fondos internacionales como T10 Capital abre un nuevo escenario en el equilibrio entre inversión, regulación y sostenibilidad urbana. La compañía, dirigida por Javier Escudero —exejecutivo de CBRE—, afirma que su estrategia pasa por “estructurar operaciones desde el origen y participar directamente en ellas”.

Moratoria y diferencias legales

El mercado malagueño se enfrenta actualmente a una de las regulaciones más estrictas de España. Las licencias para Viviendas de Uso Turístico (VUT) están suspendidas en buena parte del centro histórico, mientras que los Apartamentos Turísticos (AT) continúan operando bajo una figura distinta, más cercana a la hotelera.

La principal diferencia reside en su régimen fiscal y en el modelo de gestión: los AT están sometidos a inspección turística y pagan tributos equivalentes a los de los establecimientos hoteleros. Además, deben cumplir con una categorización por llaves que determina su nivel de calidad y servicios. Esta estructura, según los expertos, es la que podría permitir a T10 Capital instalarse sin infringir la moratoria vigente.

El efecto en la vivienda y los precios

Según estimaciones de Savills y otras consultoras inmobiliarias, el impacto de los pisos turísticos en Málaga es doble. Por un lado, aportan una fuente de ingresos estable para los propietarios y aumentan la rentabilidad del suelo urbano. Por otro, reducen la oferta de alquiler residencial, elevando los precios hasta un 30 % en las zonas de mayor demanda.

El Ayuntamiento mantiene desde 2023 un registro exhaustivo de las viviendas destinadas a uso turístico, con el objetivo de evitar el desplazamiento de residentes locales. Aun así, la presión turística se extiende más allá del centro histórico, alcanzando barrios como El Perchel o Trinidad, donde el número de licencias se ha multiplicado en apenas dos años.

El modelo de expansión de T10 Capital

El interés de T10 Capital por Málaga no es casual. La compañía ya participó en la venta de un suelo residencial de 80.000 metros cuadrados en Marbella, dentro de la Milla de Oro, una de las zonas más exclusivas de Europa. Su perfil inversor combina operaciones de suelo, activos turísticos y promociones residenciales de alto valor.

El nuevo foco en apartamentos urbanos sugiere una apuesta por un modelo híbrido entre la inversión hotelera y el alquiler turístico profesionalizado. En Madrid, los 43 apartamentos adquiridos están equipados con cocina integrada y baño privado, dirigidos a viajeros de corta estancia, tanto nacionales como internacionales.

Un mercado en plena transformación

La reconfiguración del sector turístico urbano es una realidad en toda España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, las pernoctaciones en apartamentos turísticos crecieron un 15 % interanual en 2025, impulsadas por el retorno de visitantes extranjeros y la consolidación del teletrabajo como modalidad flexible.

Las ciudades con mayor dinamismo —Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga— concentran ya más del 60 % del total de plazas registradas. La combinación de rentabilidad y estabilidad ha convertido este tipo de activos en uno de los preferidos por los fondos de inversión, especialmente en entornos regulados donde las licencias nuevas son escasas.

Regulación y sostenibilidad, claves del futuro

Los analistas coinciden en que el desafío no está tanto en limitar el número de apartamentos turísticos como en garantizar su integración con el tejido urbano. Málaga, que ha logrado equilibrar el turismo cultural con el residencial, afronta ahora la necesidad de establecer un modelo estable que evite la saturación del centro y fomente el desarrollo de nuevos barrios.

Para las autoridades andaluzas, el reto pasa por combinar la atracción de capital con la protección del derecho a la vivienda. “No se trata de frenar la inversión, sino de canalizarla hacia fórmulas compatibles con el interés general”, señalan fuentes de la Consejería de Turismo.

El futuro de Málaga como laboratorio urbano

El desembarco de T10 Capital podría situar a Málaga como un caso de estudio en la gestión del turismo residencial. Si la compañía logra replicar su modelo madrileño bajo los parámetros de los Apartamentos Turísticos, podría abrir una vía de inversión legal y sostenible en un mercado tensionado.

En los próximos meses se espera que la firma defina su primera operación en la Costa del Sol. Los analistas consideran que esta apuesta podría acelerar una nueva etapa en el sector, donde la colaboración público-privada será esencial para equilibrar desarrollo y calidad de vida urbana.

La evolución de la vivienda turística en Málaga, y el modo en que se integre el capital internacional en su marco regulatorio, marcará una referencia para el resto de ciudades españolas en la próxima década.

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