La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, valora llevar a cabo un nuevo aumento de la producción en agosto. De ejecutarse, sería el cuarto incremento consecutivo tras los movimientos acordados para mayo, junio y julio.
Así, en base a la información adelantada por ‘Bloomberg’, varios delegados han afirmado que sus países están dispuestos a considerar añadir al mercado 411.000 barriles diarios, misma cantidad que en los cuatro meses anteriores. Una decisión que se ratificará en la reunión prevista para el próximo 6 de julio.
De hecho, y a pesar de que la OPEP+ ha subrayado que los aumentos de oferta tienen como objetivo satisfacer la demanda, a nivel interno, en el cártel ofrecen una variedad de motivos, que van desde castigar a los miembros con sobreproducción hasta recuperar participación de mercado y apaciguar al presidente Donald Trump.
Es más, el líder del grupo, Arabia Saudí, ya advirtió en la última reunión a miembros incumplidores como Kazajistán e Irak que podría lograr nuevos aumentos de producción a menos que cumplan con sus cuotas. A pesar de algunas promesas de compensación, los kazajos han hecho pocos esfuerzos para frenar a las compañías petroleras internacionales que operan en el país y continúan exportando cerca de niveles récord.
También se ha producido un cambio notable por parte de Rusia, que en la reunión anterior lideró una breve ofensiva contra un nuevo aumento acelerado de la producción en julio. Pero ahora Moscú está más receptivo a un incremento de la oferta si la alianza lo considera necesario.
«La producción solo aumenta en la medida que acordamos en el marco de la OPEP+», ha dicho el presidente ruso, Vladimir Putin. «Está diseñada para satisfacer la creciente demanda, especialmente en verano».