Hace hoy justo 40 años, en el Salón de Columnas del Palacio Real, el entonces presidente del Gobierno de España, Felipe González, firmó el Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE). España entró el 12 de junio de 1985, junto con Portugal, a formar parte del proyecto europeo, que pasaba de 10 a 12 miembros. Cerca de González se encontraba el presidente del Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno de la CEE, el italiano Bettino Craxi.
EEUU estaba dirigido entonces por Ronald Reagan, que mandó un telegrama al rey Juan Carlos I de felicitación. Escribió que veía la entrada de España en lo que hoy llamamos Unión Europea (UE) “como uno de los sucesos más significativos hasta el momento en el largo y duro, pero noble esfuerzo para unir más fuerte todavía las democracias de Europa”. Una “meta”, añadía, que había tenido el “más firme apoyo” del país norteamericano. El contraste no puede ser mayor respecto a la actitud que el inquilino actual de la Casa Blanca, Donald Trump, mantiene con los países europeos.
En estos 40 años, España ha mantenido un compromiso total con sus aliados y se ha convertido –especialmente en estos últimos años en los que han crecido los partidos euroescépticos y eurófobos– en uno de los países que con más ímpetu defienden la necesidad de una UE fuerte. Lo hacen tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que hoy también participará en el acto del Palacio Real, como Felipe VI, que está advirtiendo en sus últimas intervenciones de carácter internacional sobre la necesidad de hacer frente a las «voces peligrosas y equivocadas» que aprovechan la «incertidumbre» para cuestionar la UE. Tanto Sánchez como el Monarca pronunciarán sendos discursos en el Palacio Real así como también el portugués António Costa, presidente del Consejo Europeo de la UE y también exprimer ministro de Portugal. También habrá actuaciones musicales para amenizar el acto.
No estarán en ese salón, reservado para las grandes ocasiones, Juan Carlos I ni González, protagonistas del acto de 1985. El primero, porque no ha sido convocado, según fuentes de su entorno. La relación con su hijo sigue siendo fría y no ha sido invitado a ningún acto institucional desde que decidió irse a vivir a Abu Dabi en 2020 tras conocerse que tenía dinero en paraísos fiscales. Y, el segundo, el expresidente socialista recibió la invitación, como el resto de exjefes del Ejecutivo, pero declinó su asistencia por tener que acudir a la entrega de un premio que otorga su fundación en recuerdo de Alfredo Pérez Rubalcaba. Será este mismo jueves a la misma hora en los jardines de la Residencia de Estudiantes.
ETA tiñó de negro la jornada
La alegría que se respiraba en aquel salón del Palacio Real el 12 de junio no era, en todo caso, total. Cuatro personas habían muerto a lo largo del día en tres atentados terroristas cometidos en Madrid y Portugalete (Vizcaya). ETA quiso hacerse presente en la jornada histórica. En su discurso, González hizo una referencia al terrorismo y la voluntad del pueblo español de no dejarse vencer. «España aportará su esfuerzo a la concreción de una Europa de la paz y de la justicia. Nadie, mediante la coacción o la violencia, podrá torcer ese propósito de paz», afirmó.
La ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, subrayó este pasado martes el “cambio” de España en estos 40 años. “Hemos disfrutado de la mayor transformación social y económica de la historia contemporánea y hemos vivido el periodo de la mayor estabilidad y progreso de nuestro país», afirmó en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Alegría sacó pecho de que actualmente España esté «liderando el crecimiento del PIB entre las principales economías europeas” y “triplique” también el crecimiento de los países más importantes de la Unión Europea.