Juan Albarracín (Lorca, 1999) tiene los pies muy en la tierra, y eso no es fácil en el mundo en el que se mueve. Tampoco lo es en vistas de su meteórica trayectoria, ya que hoy estrena en salas comerciales su primer largometraje, que rodó con apenas 23 años y un reparto de talla nacional que incluye a Javier Pereira, Fernando Cayo y a la también murciana Eva Llorach. Hablamos de ‘El instinto’, un thriller rodado en la Región –en diferentes localizaciones de Molina de Segura, Bullas y Águilas, además de en la Ciudad del Sol, por supuesto– que está producido, entre otras, por Twin Freaks, también de la tierra, y que cuenta en su banda sonora con nada más y nada menos que ‘Los perros’, el gran hit de los cartageneros Arde Bogotá.
Pero es que el single de lanzamiento de ‘Cowboys de la A3’ (2023) le viene que ni pintado a una historia en la que los canes juegan un papel determinante. Porque sí, el filme está protagonizado por Abel, un arquitecto con agorafobia, pero superar sus ‘miedos’ –o este trastorno mental y del comportamiento, para ser precisos– llevará al personaje de Pereira a…, bueno, ser tratado como un perro. «Él lleva tres años viviendo en la montaña. Y, ya desesperado por encontrar una cura, porque ninguna terapia le funciona, da con la propuesta de un administrador de perros de caza que le ofrece un entrenamiento dedicado a sus animales pero que cree que a él le puede ayudar», explica el joven cineasta.
Esta es la premisa de un thriller que apuesta por visibilizar la riqueza creativa y paisajística del sureste español, pero que también pretende, además de entretener al espectador, poner «en sitios muy incómodos y muy tensos» a quienes, a partir de hoy, se acerquen a las salas seleccionados para su proyección. Y si no, que se lo pregunten a los asistentes a la pasada edición del Abycine de Albacete, donde se estrenó el filme el pasado mes de octubre y donde obtuvo su primer gran premio, o, sin ir más lejos, a quienes congregó durante su proyección el Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia, el Sombra, que eligió la del lorquino como la Mejor Película de su última edición.
Y, aun así, Albarracín es cauto a la hora de ‘echarse flores’. «Es curioso porque parece más grande de lo que realmente es, porque se ha hecho con muy poquito», asegura el realizador sobre el filme. «Pero se ha sumado gente muy guay y bastante importante», añade el de la Ciudad del Sol, en alusión a un cast que cuenta con dos actores de Goya (Pereira y Llorach) y con un hombre imprescindible para entender la televisión española de las últimas décadas, caso de Cayo, al que pudimos ver, por ejemplo, en ‘La casa de papel’ en el rol del coronel Tamayo. Aun así, dice, «es un proyecto que se ha hecho con cuatro o cinco recursos, pero al que le hemos conseguido dar mucho empaque».
De hecho, ellos, los actores, han sido clave, así como, por supuesto, «una trama fuese lo suficientemente interesante como para que la gente se acercara a verla, porque sabíamos que no íbamos a contar con mucha promoción e iba a ser difícil llevarla al gran público». En este sentido, la premisa es, a todas luces, potente; llamativa, al menos. Pero’ El instinto’ no es solo efectismo: más allá de ser un filme «entretenido», también habla de «algo que está tristemente muy arraigado en la sociedad actual, que es toda esta cultura del maltrato, de la violencia, que muchas veces es social y que nos encontramos cada día en la calle».
En este sentido, Albarracín asegura que han intentado crear un discurso «que nos haga pensar un poco sobre cómo, a veces, también de forma consciente o inconsciente, ejercemos violencia en nuestras relaciones». Vamos, que el cineasta pretende ofrecer un plus, ese ‘algo más’ que a veces –no siempre– ofrece el cine y que demuestra que, pese a la humildad que le caracteriza, es un creador ambicioso. De hecho, reconoce que siempre pensó en que algún día rodaría un largometraje y en que lo haría con «gente muy grande». «Es cierto que quizá yo proyectaba esto para dentro de algo más tiempo, pero sí», señala.
La cuestión es que, uno de los productores con los que ya había trabajado a nivel de cortometraje –su trayectoria en este campo es amplia, pese a su juventud, con títulos como ‘Uno de noviembre’, ‘Volver al sur’ y ‘Un pinar salvaje’– le dijo que había llegado el momento de empezar a pensar en el ‘largo’. «Yo estaba terminando la carrera y aproveché para escribir el guion de esta película. Lo bueno es que, como estaba concebida para rodarse con muy poco dinero y muy pocos medios, con poquito pudimos ponerla en pie», recuerda el lorquino, que sueña con poder rodar una serie y trabajar con industrias extrajeras. Desde luego, a este paso, seguro que lo consigue. Aunque ahora es el momento de disfrutar de este gran logro que es su debut en el cine y, sobre todo, de ‘El instinto’, que ha sorprendido a propios y extraños.