“Tu trono, oh Dios” en Salmo 45: ¿De quién es el trono?

En las Biblias cristianas, Salmo 45:6 (o 45:7 en algunas versiones) se traduce como: “Tu trono, oh Dios, por siglo y eternamente”.

Esto lo usan para decir que el rey en el salmo es Dios mismo. Pero esa traducción es un error. En el hebreo original, el texto dice kis’aja Elohim, y no significa “tu trono, oh Dios”, sino “tu trono divino”. Vamos a explicarlo paso a paso para que quede claro.

Primero, miremos el versículo en hebreo: kis’aja elohim olam va’ed (“tu trono divino por siempre y eternamente”). Ahora, veamos el versículo anterior, Salmo 45:5, que dice: ḥitzéja shenunim (“tus saetas agudas”). Aquí hay un patrón. En hebreo, ḥitzéja significa “tus saetas” (el sustantivo), y shenunim significa “agudas” (el adjetivo que describe cómo son las saetas). Es una construcción simple: un sustantivo con un adjetivo que le da una cualidad, “tus saetas agudas”.

El versículo siguiente, kis’aja elohim, sigue el mismo patrón. Kis’aja viene de kisé (“trono”) con el sufijo -ja (“tu”), así que es “tu trono”, el sustantivo. Elohim, que normalmente se traduce como “Dios”, aquí actúa como adjetivo, describiendo el trono. En hebreo, elohim puede usarse así, para decir “divino” o “de Dios”, no siempre como el nombre de Dios. Entonces, kis’aja elohim es “tu trono divino”, igual que ḥitzéja shenunim es “tus saetas agudas”. Es una descripción, no una exclamación a Dios.

Escuchemos la musicalidad del hebreo, como en un poema. Dilo en voz alta: ḥitzéja shenunim (tus saetas agudas) y luego kis’aja elohim (tu trono divino). Suenan parecido, tienen el mismo ritmo: sustantivo más adjetivo. Esto no es casualidad. El Salmo 45 es un canto al rey de Israel, y el hebreo usa este estilo poético para describirlo. No está diciendo “oh Dios” como si hablara con Él, sino que exalta el trono del rey con una cualidad divina.

¿Por qué “divino”? En la cultura judía, el trono de los reyes de Israel no era cualquier silla. Era el trono del Eterno, porque los reyes gobernaban en nombre de Dios. Por ejemplo, en 1 Crónicas 29:23 dice: vayeshev Shlomo al-kisé Hashem le-melej tajat David aviv (“Y Salomón se sentó en el trono del Eterno como rey en lugar de David, su padre”). Si Salomón se sentó en el trono del Eterno, entonces David también lo hizo antes. El trono es “divino” porque representa el poder de Dios dado al rey, no porque el rey sea Dios.

El error cristiano viene de traducir kis’aja elohim como “tu trono, oh Dios”, como si fuera una alabanza directa a Dios o al rey como divinidad. Pero eso rompe el patrón del hebreo. Si fuera “oh Dios”, el texto cambiaría su estructura, como en otros salmos donde se habla a Dios.

Entonces, la traducción correcta es: “Tu trono divino es por siempre y eternamente”. Describe el trono del rey como algo especial, eterno, por ser de Dios, no dice que el rey sea Dios.

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