El novio de Ayuso pide al Supremo que conserve los datos de los mensajes de Sánchez Acera

La acusación particular que ejerce Alberto González Amador, el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha solicitado al juez del Tribunal Supremo (TS) que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que averigüe cuántas veces cambió de teléfono, así como que reclame los antiguos terminales y ordene conservar los datos de las comunicaciones de la ex asesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera, y del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, entre otros.

En un escrito, el abogado de González Amador insta al instructor del caso, Ángel Hurtado, a que requiera a Presidencia del Gobierno y al Ministerio para la Transformación Digital y la Función Pública la «relación de ocasiones que les conste» en las que desde el 7 de marzo de 2024 Sánchez Acera, entonces jefa de gabinete de Óscar López –que a su vez lo era de Pedro Sánchez–, y el en ese momento secretario de Estado de Comunicación, Francesc Valles, hayan cambiado de teléfono móvil oficial.

Reclama también la «remisión», a través de su entrega a la Guardia Civil, de los dispositivos móviles que hayan entregado -«por desuso y por los anteriores cambios»- Vallés y Sánchez Acera desde la misma fecha, informando sobre si los anteriores dispositivos móviles entregados a la fuerza actuante han sido formateados, por quién, cuándo y con qué ‘software’.

En concreto, reclama la «información sobre la identidad de los técnicos que pudieran haber intervenido con ocasión de los cambios de terminales de Vallés y Sánchez Acera, especificando para cada cambio del que se tenga registro quién intervino».

Además, la representación letrada de González Amador plantea al magistrado que pida a las compañías telefónicas «la conservación de todos los datos que, en cumplimiento de las obligaciones de la Ley 25/2007, de 18 de octubre, de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones, hayan acumulado de forma automática».

En este caso, interesa conservarlos desde el 13 de marzo de 2024 hasta la actualidad y durante un «periodo inicial» de 90 días respecto a las líneas telefónicas usadas por Sánchez Acera, Vallés y Cerdán, pero también del director de Comunicación del PSOE, Ion Antolín, y la jefa de prensa de Vivienda, Laura Sánchez Espadas.

Reclama los ‘WhatsApp’ de Vallés

Respecto a Vallés, solicita directamente «la voluntaria aportación de WhatsApps que desee incorporar al sumario» porque, si bien el pasado miércoles declaró en el TS que cambió de móvil en diciembre, cuando dejó su cargo, y que «había procedido al borrado todos los mensajes -por cuestiones de seguridad y de capacidad-«, sí conservó las conversaciones mantenidas con David del Campo, el que fuera jefe de gabinete de Juan Lobato, ex líder de los socialistas madrileños, sobre los hechos investigados.

Por otro lado, González Amador propone a Hurtado que vuelva a citar a Lobato como testigo, porque en su comparecencia del pasado 29 de noviembre «no se le pudo preguntar sobre el contenido de las comunicaciones ahora conocidas» y, «específicamente», las mantenidas con Del Campo, Vallés, Cerdán y la directora de ‘El Plural’, Angélica Rubio.

En la misma línea, ve necesario citar a Del Campo como testigo y que antes de esta declaración se le pida la «voluntaria aportación» de su teléfono móvil para que la Guardia Civil pueda elaborar, como hizo con Lobato, «un informe pericial sobre las comunicaciones relacionadas con los hechos objeto de instrucción entre los días 13 y 14 de marzo de 2024».

La acusación particular explica que la necesidad de esta diligencia «radica en ser quién, en relación a los hechos y revelación del ‘email’ de la Fiscalía que nos ocupa, le habría recomendado a Lobato que no lo hiciera, a pesar de que Vallés, Antolín y Sánchez Espadas le hubieran escrito para que Lobato usara el ‘email’ que le había enviado Sánchez Acera con el mismo fin».

«Y ello en el contexto de uso político que se pretendía desde ‘Moncloa’ y ‘Ferraz’ expresado por el mismo para generar ‘el máximo ruido y jaleo para tapar el máximo tiempo posible las elecciones de Cataluña y que no hay presupuestos (…), la amnistía, la autodeterminación, la consulta, Koldo'».

El abogado de González Amador da este paso un día después de que Sánchez Acera declara ante el Supremo que el ‘email’ sobre González Amador le llegó de la prensa, aunque no recordaba exactamente de quién, desvinculando tanto a Monlcoa como a la Fiscalía.

Además, explicó que cambió de teléfono móvil el pasado septiembre, cuando dejó su anterior cargo, y, si bien en un principio guardó la tarjeta SIM, cuando su número apareció en los informes de la Guardia Civil sobre Lobato, también la cambió, por lo que dijo no conservar los mensajes.

Vallés, por su parte, se desmarcó del correo electrónico, aseverando que solo tuvo constancia del mismo por los medios. Únicamente reconoció enviar links de noticias a Del Campo y Lobato para que estuvieran pendientes del caso contra González Amador, que -según afirmó- para él estaba en segundo plano porque su principal preocupación eran las elecciones catalanas.

Para la representación letrada de González Amador, «lo señalado por los testigos en relación a los hechos objeto de investigación y su intervención en los mismos es absolutamente incompatible con el contenido del sumario». «Es incompatible con la sencilla secuencia objetiva de hechos mostrada por el sumario», señala.

La conversación de Sánchez Acera

Según consta en la causa, Sánchez Acera envió a las 8:29 del 14 de marzo de 2024 un pantallazo a Lobato con el ‘email’ de la defensa de González Amador para que lo usara contra Díaz Ayuso en la sesión de control de la Asamblea de Madrid prevista para ese día.

Lobato preguntó de dónde había salido esa carta de la defensa de González Amador enviada por correo electrónico a la Fiscalía de Madrid. «La necesito diciendo de dónde la saco, porque si no parece que me la ha dado Fiscalía», expuso. Sánchez Acera le contestó que «porque llega, lo tienen los medios». Y le aseguró que antes de que él exhibiera el documento en la Asamblea de Madrid ya estaría publicado en la prensa.

La Guardia Civil concluyó que Moncloa tuvo acceso al ‘email’ en cuestión antes de que se publicara en la prensa y especificó que «al menos» estaba en conocimiento del que fuera jefe del PSOE de Madrid, Sánchez Acera, Sánchez Espada, Vallés y Antolín.

Indicó que, «en simultáneo» al mensaje a Sánchez Acera, el ex dirigente socialista trasladó la misma pregunta a Vallés: «La carta cómo la tenemos? Se ha publicado en algún sitio?». Según la Benemérita, éste no contestó, sino que 46 minutos después le envió la noticia de ‘El Plural’ en la que se publicaba el correo.

Para los agentes, «esta circunstancia revelaría que en ese momento» Lobato «creía» que Vallés «no solo era conocedor del envío de ese ‘email’ por parte de» Sánchez Acera «sino que podría resolverle la cuestión de cuál era la fuente del mismo».

Dircom del PSOE y de Vivienda, «con lo mismo»

Asimismo, el Instituto Armado recogió un intercambio de mensajes en un chat integrado por Lobato, Del Campo y la diputada socialista Marta Bernardo Llorente.

En el chat, Lobato relataba lo sucedido con Sánchez Acera y el ‘email’: «Pilar quiere q yo saque el ‘mail’ de la Fiscalía. Q no ha salido pero q lo saque yo. No puede ser».

Según consta en la causa, Del Campo le dijo que no lo hiciera y le contó que Vallés, Antolín y Sánchez Espada le habían «escrito con lo mismo».

Además, la Guardia Civil apuntó que Sánchez Acera el día anterior -13 de marzo- reenvió a Lobato informaciones vinculadas al novio de Díaz Ayuso y le avisó: «Dice Francesc Vallés que estés en guardia permanente porque va a ir esto a más».

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