Dentro del segmento de los SUV, Audi tiene en el Q5 uno de los mejores representantes y que mayor aceptación ha alcanzado en el mercado europeo, como así lo demuestran los 2,5 millones de unidades que lleva vendidos. Es toda una referencia en el segmento y la marca de los cuatro aros no está dispuesta a ceder este privilegio a sus rivales.
Es por esto que ahora, con la llegada de la tercera generación el Q5 muestra una gran evolución en todos los aspectos. Desde el estético, con una imagen renovada y más atractiva, hasta el tecnológico con motores que ofrecen una hibridación ligera y son por tanto más eficientes sin perder ni un ápice de rendimiento, sin olvidar detalles específicos en seguridad y confort que sitúan al Q5 y a la versión coupé (Sportback) como toda una referencia.
Mayor empaque
Esta nueva generación del Q5 y del Sportback está basada sobre la plataforma Premium de combustión que ya se estrenó en el nuevo A5. Con una longitud que se ha incrementado hasta los 4,72 metros, ofrece una imagen más impactante, empezando por el frontal donde destaca la gran parrilla así como las generosas tomas de aire en los extremos y los nuevos grupos ópticos con tecnología Matrix Led.

Audi Q5
Como ya sucede en el A5, Audi ha puesto especial cuidado en el apartado lumínico, como las luces diurnas digitales con tecnología Led en la parte delantera y las ópticas digitales Oled de segunda generación en la parte trasera ofreciendo la posibilidad de elegir entre ocho firmas lumínicas que el usuario puede cambiar desde la pantalla central, personalizando la firma. También se podrá elegir las llantas de aleación de nuevo diseño entre 19 y 21 pulgadas así como entre una paleta de once colores para la carrocería.

Audi Q5
Salto cualitativo
En el interior encontramos el mismo salpicadero ya visto en el nuevo A5 y en el que destaca por encima de todo la presencia de dos pantallas de tipo Oled unidas bajo una misma superficie curva y que hacen las veces de cuadro de instrumentos, con un tamaño de 11,9 pulgadas, y de centro multimedia con 14,5 pulgadas desde la que se controlan todas las funciones de navegación, funcionamiento del coche y conectividad. En opción se puede añadir una tercera pantalla de 10,9 pulgadas para el pasajero desde la que puede consultar, modificar o reproducir contenido multimedia. Todo está muy bien presentado con una excelente calidad en materiales y ajustes.
Por lo que respecta a la habitabilidad, se mantiene la banqueta trasera deslizable, ahora con 10 centímetros de recorrido, para permitir disponer de mayor espacio para las piernas y si a ello le añadimos la posibilidad de regular la inclinación del respaldo, el confort de marcha para los ocupantes de estas plazas traseras está asegurado.
La capacidad del maletero de formas muy regulares es de 520 litros en la versión SUV y de 515 en la carrocería Sportback que puede ampliarse a los 1.473 y 1.415 litros respectivamente.

El maletero del Audi Q5
Dos gasolina y un diésel
El nuevo Q5 llega con tres motorizaciones, todas equipadas con la tecnología de hibridación ligera Plus de 48 voltios que los hace ser más eficientes en consumo y rendimiento. La versión más “básica” es el cuatro cilindros 2.0 TFSI sobrealimentado que rinde 204 CV y tiene un consumo homologado entre 6,4 y 7,3 litros. Puede ser de tracción delantera o también disponer de tracción a las cuatro ruedas. El otro motor de gasolina es el V6 TFSI de 3.0 litros doble turbo que rinde 367 CV, dispone de tracción total y ofrece un consumo entre 8 y 8,6 litros.
En unos momentos en los que los motores diésel están perdiendo presencia en el mercado, Audi sigue apostando por ellos y en este nuevo Q5 ofrece una versión del cuatro cilindros 2.0 TDI que ofrece una potencia de 204 CV. Solo está disponible con tracción total y ofrece un consumo homologado entre 5,9 y 6,6 litros. Los tres motores van asociados a una transmisión automática de doble embrague S Tronic de siete velocidades.

Audi Q5
En la toma de contacto hemos tenido la oportunidad de conducir las dos versiones de 2 litros y es difícil decir cuál nos ha gustado más. El diésel ofrece una respuesta a bajo régimen muy buena y su rumorosidad no resulta nada molesta. La ventaja sobre las demás versiones es que ofrece una elevada autonomía de marcha y que el comportamiento dinámico tampoco difiere respecto a su hermano de gasolina. El disponer de tracción total le proporciona una capacidad de remolque de hasta 2.400 kilos y disfrutar de una mayor seguridad en carreteras resbaladizas o fuera del asfalto. Por otro lado ahora dispone de una dirección progresiva variable que ajusta la relación según la velocidad y el ángulo del volante, lo que facilita la maniobrabilidad a baja velocidad y se muestra más precisa en todo momento.
Disponible en tres niveles de acabado, Advance, S Line y Black Line, el precio del Q5 parte de los 61.600 euros hasta los 94.690 euros. Para la carrocería Sportback hay que sumarle 2.310 euros.