Obligado a marcar para minimizar los daños ocasionados en la derrota en el Santiago Bernabéu, el Atlético de Madrid ha cumplido con su plan a las primeras de cambio, convirtiendo en gol su primera llegada a los dominios de Thibaut Courtois. A raíz del tanto de Conor Gallagher, a los colchoneros les ha bastado con juntar dos líneas, soltando a Julián Alvarez y a Antoine Griezmann a tapar la salida de balón de los centrales, para no pasar demasiados apuros. Su planteamiento ha ahogado tanto por dentro como por fuera a su rival, siendo solidario en las ayudas y con un posicionamiento que no ha dejado ningún hueco.
