El visto bueno de Ucrania a una tregua de treinta días propuesta por Donald Trump ha colocado «la pelota en el tejado del Kremlin», en palabras del secretario de Estado Marco Rubio, uno de los presentes en la reunión de este miércoles en Yeda. Y el Kremlin, de momento, se hace el desinformado para ofrecer una respuesta que pause los combates «en todo el frente», como reclamó el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
En su rueda de prensa diaria, Dmitri Peskov, el jefe de prensa de Vladímir Putin, dijo que el Kremlin espera recibir «información detallada» del contendio de la reunión y lo acordado entre las delegaciones estadounidense y ucraniana para manifestar su posición al respecto de la tregua.
El portavoz del Kremlin, por otra parte, no descartó la posibilidad de que el presidente ruso mantenga una conversación telefónica con Trump para abordar el curso de las negociaciones de paz: «Si es necsario, será organizada de forma muy rápida. Los canales de diálogo existentes con los estadounidenses permiten hacerlo en un plazo relativamente breve».
Las primeras declaraciones surgidas desde Rusia valorando la declaración conjunta de EEUU y Ucrania han sido bastante comedidas. Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores, reiteró en una entrevista con unos blogueros estadounidenses que cualquier acuerdo sobre la guerra «debe centrarse en erradicar las causas profundas del conflicto» y que «bajo ninguna circunstancia» Moscú permitirá un despliegue de tropas de la OTAN en Ucrania como fuerza de paz.
Por su parte, María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores, inicidió a la radio Sputnik que la posición de Rusia «no se forma en el extranjero gracias a los acuerdos o esfuerzos de otras partes», sino «dentro de la Federación Rusa». La agencia Reuters, citando a destacadas fuentes rusas a condición de anonimato, informa que es complicado que Putin acepte la tregua sin negociar los términos y sin tener ciertas garantías: «Putin tiene una posición fuerte porque Rusia está avanzando [en el campo de batalla]».
Trump celebró el pacto con Ucrania y se mostró confiado en que su homólogo ruso, a quien ha colmado con cumplidos en numerosas ocasiones, lo acepte. «Así podremos poner esto en marcha, queremos terminar esta guerra», sentenció. El mandatario republicano espera hablar con su homólogo ruso esta semana para seguir avanzando hacia una paz que prometió que lograría en 24 horas después de llegar a la Casa Blanca.
Marco Rubio y Mike Waltz, asesor de Segurida Nacional de Trump, anunciaron al término del encuentro en Arabia Saudí que la Administración estadounidense levantaría el veto al envío de ayuda militar e información de inteligencia a Kiev, que había sido suspendida a raíz de la bronca en la Casa Blanca. El ministro de Exteriores de Polonia ha confirmado este miércoles que el suministro de armamento desde la base aérea de Jasionka, situada en Rzeszów, «ha vuelto a los niveles anteriores».