Entre marzo y junio de 2024, último trimestre sobre el que hay datos, los trabajadores españoles realizaron un total de 2.968.700 horas extra no pagadas a la semana. Un auténtico drama sobre el que se podría escribir una colección entera de libros. Las cuentas indican que, si se tiene en cuenta que la jornada laboral completa era de 40 horas, durante ese tiempo se podrían haber creado 74.217 empleos a tiempo completo.
En cuanto a las horas extra que sí se remuneran, el dato fue para el mismo trimestre de 3.966.600, un 5,41 por ciento menos que el trimestre anterior (3.763.000 horas) y un 15,33 por ciento por debajo del dato de 2023 (3.439.300), según apunta la agencia de información Servimedia. En conjunto, cabe destacar, las horas extra remuneradas y no remuneradas alcanzaron el pasado trimestre la cifra de 6.935.300.
Es cierto que, en España, desde 2019, tal y como indica el Real Decreto-ley 8/2019, los empleados de cualquier organización tienen «la obligación de llevar un registro horario». Sin embargo, 2025 puede significar un antes y un después. Si sale adelante el cambio de normativa que pretende implementar el Gobierno, las organizaciones estará obligadas, desde este año, a digitalizar el registro de jornada laboral.
Con sus más y con sus menos, este sistema de registro es el más transparente y el que de mejor manera permite controlar el número de horas que cada empleado pasa en su puesto de trabajo, sean más o menos de las debidas.
que supone este cambio
Sonríen los inspectores de trabajo, que ahora tendrán menos complicaciones para comprobar cuantas horas trabaja cada persona. Será tan ‘fácil’ como pedir a la dirección de la compañía el documento con el registro de salidas y entradas de sus empleados. De esta manera, si un oficinista, por ejemplo, se ha pasado 12 horas dentro de la oficina, quedará al descubierto y se abrirá una investigación para conocer los motivos de ese exceso de horas.
Los métodos tradicionales de fichaje, tales como el Excel o la firma a papel y boli de toda la vida, están abocados a la extinción. Ya no es suficiente con eso.
Horas extra en la oficina.
Es lícito preguntarse por las ventajas de este método. La lógica nos lleva a pensar que depende de la cada persona. Ya sabemos que los inspectores de trabajo están contentos, dado que para ellos el trabajo será menos costoso. Pero, con total seguridad, las opiniones serán dispares si preguntamos, por un lado, a empleados y, por otro, a sus jefes.
En que va a ectar el cambio de normativa
De un modo u otro, estas son las ventajas que ofrece la digitalización del registro de jornada laboral:
– El registro manual de la jornada puede dar lugar a errores o manipulaciones, ya sea por olvido o prácticas fraudulentas como el ‘buddy punching (cuando un compañero marca la entrada por otro empleado). Con la digitalización, se garantiza una mayor exactitud en los registros.
– Los sistemas digitales automatizan la recolección de datos, eliminando la necesidad de intervención manual. Esto ahorra tiempo tanto a los empleados como al departamento de recursos humanos, que ya no tendrá que procesar hojas de asistencia físicas.
– Las herramientas digitales permiten el registro de la jornada desde cualquier lugar y dispositivo, lo que es ideal para modelos de trabajo híbridos o remotos. Además, los sistemas pueden integrar tecnología biométrica, reconocimiento facial o aplicaciones móviles para mejorar la seguridad y accesibilidad.
– Facilita el cumplimiento de normativas laborales sobre registro horario.
– Al eliminar el uso de papel y reducir el tiempo dedicado a la gestión de asistencia, las empresas pueden ahorrar significativamente en costos administrativos.
Todos los cambios previstos forman parte del proyecto de reducción de la jornada laboral impulsado por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.