Paquita está desesperada por recuperar la casa que un día fue de su madre. Allí, su familia alberga cantidad de recuerdos, pero hoy está habitada por otra mujer.
La inquilina acumula una deuda de casi 9.000 euros, el importe de 24 meses, aunque asegura que está en una situación vulnerable que casi le cuesta la vida. «Dijo que se había cortado las venas por presiones mías y que tiene un hijo enfermo«, advierte Paquita.
Aunque su inquilina promete pagar cada mes, las promesas nunca se cumplen. «Dice que llame a mis hijos para que la saquen de los pelos o que la demande, demandada ya está«, asegura.
Hoy, Paquita solo pide que se marche de la casa y poder recuperar la vivienda que en un momento fue su hogar. ¿Conseguirá recuperarla?