El tiroteo de este lunes en un centro educativo para adultos en la ciudad sueca de Örebro, que dejó al menos diez muertos y varios heridos, se ha convertido en el más letal de la historia del país nórdico. Una masacre que el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, calificó como un «día doloroso» para Suecia, y que sigue dejando muchos interrogantes, entre ellos la identidad del autor del ataque y sus motivaciones.

De momento, las autoridades han confirmado que el atacante, que figura entre los fallecidos, era un lobo solitario que actuó sin cómplices y sin vinculación alguna, en principio con bandas criminales u organizaciones terroristas. De momento, se desconoce también que le llevó a irrumpir en el centro y abrir fuego causando una masacre. 

Se ha abierto una investigación por asesinato, incendio provocado y un delito agravado por armas.

El tiroteo tuvo lugar en Orebro, a unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo, en la escuela Risbergska para adultos que no completaron su educación básica o no lograron obtener las calificaciones necesarias para continuar con la educación superior. El centro está ubicado en un campus que también alberga escuelas para niños.

La escuela Campus Risbergska es un centro de educación para adultos y, según declaró a la televisión pública SVT Lena Warenmark, una de las docentes, a la hora del tiroteo había menos alumnos de los habituales en el recinto porque muchos se habían ido a casa tras finalizar sus exámenes.

María Pegado, de 54 años, maestra de la escuela, dijo en declaraciones a Reuters que alguien abrió la puerta de su salón de clases justo después del descanso del almuerzo y gritó a todos que salieran.

«Saqué a mis 15 estudiantes al pasillo y empezamos a correr. Entonces oí dos disparos, pero logramos salir. Estábamos cerca de la entrada de la escuela», explicó. «Vi a gente que salía a rastras de un lugar donde había heridos, primero uno, luego otro. Me di cuenta de que era algo muy grave», dijo.

Un portavoz del hospital dijo a Reuters que de los cinco pacientes ingresados ​​en el Hospital Universitario de Orebro, uno tenía heridas leves y cuatro fueron operados. Dos de estos últimos habían salido del quirófano y se encontraban estables, mientras que uno tenía heridas graves.

La Policía dijo que los estudiantes habían permanecido en el interior de la escuela atacada y de otras escuelas cercanas por su seguridad. Más tarde, se comenzó a evacuar a quienes se habían refugiado.

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, calificó el tiroteo como el «peor» de la historia de este país nórdico. «Hoy hemos visto una violencia mortal brutal contra personas completamente inocentes. Este es el peor tiroteo de masas en la historia sueca», dijo en rueda de prensa Kristersson.

Suecia ha estado luchando contra una ola de tiroteos y atentados con bombas derivados de un problema endémico de delincuencia de pandillas, aunque los ataques letales en las escuelas todavía son escasos.

Según el Consejo Nacional para la Prevención del Delito de Suecia, entre 2010 y 2022, diez personas murieron en siete episodios de violencia en escuelas.

En uno de los sucesos más graves de este tipo de la última década en el país, un joven enmascarado de 21 años impulsado por motivos racistas mató a un asistente de enseñanza y a un niño e hirió a otros dos en 2015.

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