Un equipo de científicos analizó 16 ciudades de todo el mundo y descubrió un intenso vínculo entre el creciente número de ratas y tres aspectos cruciales del entorno urbano: la densidad de población humana, la urbanización y el incremento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático de raíz antropogénica. En 11 de las 16 ciudades el fenómeno se ha incrementado considerablemente en los últimos 50 años.
Investigadores de la Universidad de Richmond, en Estados Unidos, han hallado una fuerte relación entre el cambio climático, las problemáticas urbanas y un importante aumento en el número de ratas en las grandes ciudades, que se han transformado en una plaga muy difícil de controlar. Urbes como Washington, Nueva York y Ámsterdam son algunas de las más afectadas.
En el estudio publicado en Science Advances analizaron datos de quejas e inspecciones públicas de 16 ciudades de todo el mundo durante los últimos 50 años. En 11 de 16 ciudades, o sea un 69%, se registraron tendencias significativas de aumento en el número de ratas, mientras que solamente 3 ciudades experimentaron un declive, destacando especialmente Tokio y Nueva Orleans.
Cambio climático y plagas urbanas
De acuerdo a una nota de prensa, en líneas generales las ciudades que experimentaron mayores aumentos de temperatura a lo largo del tiempo vieron incrementos más significativos en el número de roedores. Al mismo tiempo, las urbes con poblaciones humanas más densas y más concentradas también experimentaron mayores alzas en la población de ratas y sufrieron plagas más intensas.
“La conexión más preocupante que encontramos es el vínculo entre el cambio climático y las tendencias de las ratas, ya que las temperaturas globales están fuera del control de las ciudades y sus administraciones», indicó en el comunicado el profesor Jonathan Richardson, autor principal del nuevo estudio.
Los científicos creen que el aumento en las temperaturas puede estar ampliando los períodos de actividad estacional de las ratas, permitiéndoles permanecer activas durante más tiempo en el invierno y comenzar a buscar alimentos en la superficie a principios de la primavera. De esta manera, se convierten en un problema para las grandes ciudades prácticamente durante todo el año, con excepción de la fase más cruda del invierno.
Las ratas pueden convertirse en una amenaza para la salud y la psiquis humana
Las ratas urbanas son plagas invasoras que prosperan en las ciudades, explotando los recursos que acompañan a la alta densidad de población humana. Además, transmiten y transportan más de 50 patógenos y parásitos zoonóticos que pueden enfermar a las personas. Esto no justifica una lucha despiadada contra la especie, ya que se trata de otra forma de vida a respetar, sino que marca la necesidad de lograr un control de su expansión urbana.
Según informa CBS News, controlar la población de ratas es cada vez más difícil: se estima que la «guerra contra las ratas» en Nueva York cuesta 500 millones de dólares (481 millones de euros) cada año. A pesar de esto, las ratas han aumentado más del 7% desde 2022 en la ciudad estadounidense.
Un punto a destacar es que la fisiología de las ratas es sensible a la temperatura, por lo tanto las hembras alcanzan la madurez sexual antes debido al incremento de las marcas térmicas, quedando embarazadas y teniendo camadas más numerosas de crías con mayor frecuencia, ya que el clima se mantiene más cálido durante períodos más prolongados.
Las grandes poblaciones de ratas pueden tener un efecto perjudicial en las ciudades, afectando a las personas y a su psiquis y convirtiéndose en un problema muy difícil de resolver.
Referencia
Increasing rat numbers in cities are linked to climate warming, urbanization, and human population. Jonathan L. Richardson et al. Science Advances (2025). DOI:https://doi.org/10.1126/sciadv.ads6782