La Fuerza Aérea de EE. UU. logró restaurar un F-35A operativo, conocido como “Franken-Lightning”, a partir de dos aeronaves dañadas, en un proyecto sin precedentes.
El proyecto del “Franken-Lightning” concluye exitosamente
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha confirmado la conclusión del esfuerzo de restauración que permitió ensamblar un F-35A Lightning II a partir de piezas de dos aviones dañados. Este proyecto marca un hito en el mantenimiento de aeronaves militares, según confirmó la colaboradora Victoria Fontana, quien documentó al “Franken-Lightning” en la base aérea JRB de Fort Worth. Allí, Lockheed Martin realizó la certificación final.
El avión restaurado, identificado como AF-211 o 17-5269, sufrió una grave avería en su tren de aterrizaje en junio de 2020 en la Base Aérea Hill, en Utah. La parte dañada fue reemplazada por el morro del F-35 AF-27, que había sido inutilizado tras un incendio en 2014 en la Base Aérea Eglin, Florida. Ambos aviones formaron parte del proyecto de restauración realizado por el complejo logístico aéreo de Ogden y el 388th Fighter Wing.
El teniente Ryan Bare, encargado del proyecto, destacó el aprendizaje adquirido: “Este desafío nos permitió no solo innovar a nivel técnico, sino también mejorar las competencias de nuestro personal en reparaciones avanzadas”.
Aspectos técnicos y herramientas innovadoras
Durante el proyecto, los técnicos de Hill AFB desarrollaron nuevas herramientas móviles para la reparación del avión, con el objetivo de facilitar futuros trabajos en ubicaciones avanzadas. Según Scott Taylor, ingeniero de Lockheed Martin, estas herramientas “podrían ser clave para reparar daños de combate en operaciones futuras”.
Datos clave sobre el “Franken-Lightning”
- El avión AF-211 recibió un nuevo morro proveniente del F-35 AF-27.
- Se diseñaron herramientas especializadas y móviles en la base aérea Hill.
- El proyecto costó menos de 6 millones de dólares, en comparación con los más de 80 millones de un F-35 nuevo.
- El F-35 completó un vuelo de prueba funcional antes de su certificación final.
Una vez finalizada esta etapa, el avión fue trasladado a Lockheed Martin en Fort Worth para obtener la aprobación definitiva antes de su reincorporación al Escuadrón de Cazas en Hill AFB.
Beneficios operativos y económicos del proyecto
El proceso de reconstrucción incluyó una extensa restauración estructural. Los técnicos tuvieron que reequilibrar el tren de aterrizaje, instalar componentes de aviónica, controles de vuelo y realizar una completa recableación del sistema. El aviador Jaguar Arnold señaló que “el avión llegó como un cascarón, y muchas tareas eran nuevas para nosotros a nivel de unidad”.
Después de pasar las pruebas funcionales, el F-35 quedó listo para operaciones. El costo reducido del proyecto refuerza la posibilidad de reutilizar partes de aeronaves en futuros escenarios. Esta práctica también está alineada con las estrategias de otros programas, que han empleado aviones dañados para entrenamientos de mantenimiento.
Un precedente para operaciones y reparaciones futuras
Según la Fuerza Aérea, esta experiencia documentada se utilizará para mejorar los protocolos de reparación globales del F-35. El proyecto también sugiere una mayor capacidad para realizar reparaciones rápidas en combate, algo crucial en situaciones de conflicto de alta intensidad.
En conclusión, el “Franken-Lightning” no solo representa un logro técnico, sino que también establece una referencia para el mantenimiento y la sostenibilidad económica de la flota de F-35 en el futuro.