El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su advertencia de que “se desatará el infierno en Oriente Medio” si los rehenes en Gaza no son liberados antes de su toma de posesión el 20 de enero.
“Esto no será bueno para Hamás ni para nadie”, afirmó Trump durante una conferencia de prensa en Mar-a-Lago, Florida. Insistió en que los rehenes deberían haber sido devueltos hace mucho tiempo y condenó tanto su captura como el ataque perpetrado el 7 de octubre.
Trump destacó las súplicas de padres de rehenes israelíes-estadounidenses que le han solicitado ayuda para recuperar a sus hijos. Refiriéndose al caso de Shani Louk, exrehén asesinada, describió cómo los combatientes de Hamás la secuestraron de forma violenta. “Esa hermosa niña… la agarraron por la cola de caballo y la arrojaron al auto como si fuera un saco de papas”, relató.
Durante la conferencia, Trump actualizó a su enviado designado para Medio Oriente, Steve Witkoff, sobre el progreso en las negociaciones, elogiándolo como un negociador de alto nivel. “Hay personas que saben mucho sobre Oriente Medio, pero no pueden comunicarse de forma efectiva. Steve es un gran negociador, y eso es exactamente lo que necesito”, afirmó Trump.