El Ayuntamiento de Huesca ha dado un nuevo paso para el desarrollo de su zona de bajas emisiones (ZBE). El consistorio altoaragonés ha sacado a licitación, por 1.483.084,22 euros, un contrato para elaborar el control de seguridad, la señalización de las zonas, la gestión de los datos y de las sanciones de la próxima ZBE.
La intención del ayuntamiento que dirige la popular Lorena Orduna es poner en marcha este mismo año la restricción de bajas emisiones, que se situaría en el centro y en el casco histórico de Huesca, zona ya peatonalizada desde hace tiempo. La extensión del contrato, en el caso de las sanciones, se contempla para los próximos cuatro años. «El objeto del presente contrato es el suministro e implantación del equipamiento tecnológico y otras actuaciones necesarias (suministro e instalación de señalización, pequeña obra civil para la implantación de sensores y tecnología, campaña de información, …) para la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones de la ciudad de Huesca», resume el contrato.
La futura zona de bajas emisiones contará con 20 puntos de control de acceso, o cámaras de vigilancia, para gestionar la entrada de vehículos autorizados. Un despliegue de cámaras que sumará otras 24: 14 de ellas se implementarán fuera de la ZBE, para trabajar en la «sensorización y monitorización de la movilidad en el resto de la ciudad», y otras diez en el interior de la zona restringida, que podrían tener la capacidad de detectar matrículas y que se utilizarían para monitorizar la movilidad.
Junto a estos equipos deberá elaborarse un software que registrará los accesos, detectará los vehículos que cuenten con permisos, generará propuestas de infracción y gestionará informes y estadísticas. Además, se creará una aplicación web y móvil para la solicitud de accesos puntuales y otra app para la policía local, que podrá conocer la información de cada vehículo que acceda a la zona delimitada en el centro de Huesca. Existirá una tercera página web para la consulta y el pago de las infracciones emitidas.
El proyecto oscense contará con señales horizontales y verticales que limiten la zona de bajas emisiones y que marquen el perímetro o las zonas de carga y descarga, así como con cinco pantallas de avisos que informes sobre la situación.
Por último, el Ayuntamiento de Huesca solicita en el contrato la configuración de todos los sistemas, la gestión y migración de datos y campañas de información, concienciación y sensibilización.
Por otro lado, y fuera de la financiación de los fondos europeos, el contrato incluye la implantación de una nueva Oficina de Movilidad, que se encargará de mantener los sistemas implantados y ofrecer atención a la ciudadanía en temas como aparcamientos para personas con movilidad reducida, vehículos eléctricos y parkings inteligentes para bicicletas.
Asimismo, esta oficina gestionará el procedimiento sancionador de la ZBE en colaboración con la Policía Local, contribuyendo a una gestión eficiente y transparente.
Las empresas interesadas en elaborar la zona de bajas emisiones de la capital altoaragonesa podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 29 de enero.
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