Lior Carmel, presidente del Kibbutz Kissufim, ubicado en la franja de Gaza, envió una carta a los rabinos de la comunidad religiosa sionista solicitando que usen su influencia para presionar a Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, y a Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional.
En la misiva, que representa a los residentes del kibutz, Carmel destaca la importancia de los valores religiosos, en especial la santidad de la vida. Asegura que tanto el gobierno como la nación tienen el deber de traer de regreso a los rehenes. “Es el momento de cumplir con nuestro compromiso como pueblo: salvar a quienes están vivos y devolverlos a sus hogares”, subraya la carta.
Además, pide a los rabinos que aprovechen su rol de líderes espirituales para exigir al gobierno una acción inmediata. “El sufrimiento de los padres, hijos y hermanos continuará hasta que los rehenes regresen”, menciona.
El texto les solicita que guíen al gobierno con un sentido de responsabilidad compartida y moral, actuando para liberar a los cautivos. Esta carta, dirigida principalmente a rabinos cercanos a partidos de derecha, es sorprendente, ya que los miembros del kibutz no votan por esos partidos.
Carmel cierra la carta con un llamado claro: “Les pido que muestren al ministro de Finanzas el camino de la vida y que dejen claro a Ben-Gvir nuestro compromiso con los rehenes. Para que, cuando llegue el momento, no tengamos que arrepentirnos cuando ya sea tarde”.