El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha anunciado que la Alianza Atlántica aumentará su presencia militar en el mar Báltico después de los fallos registrados en el EstLink2, un cable de electricidad submarino que conecta Finlandia con Estonia.

Rutte ha hablado por teléfono con el presidente finlandés, Alexander Stubb, sobre la investigación abierta por Helsinki ante un posible «sabotaje» al cable, que conecta ambos países a través del golfo de Finlandia, según un mensaje publicado en X. No es el primer caso de sabotaje en el Báltico, donde actualmente hay una investigación abierta sobre el posible sabotaje de líneas telefónicas por un buque chino el mes pasado.

La Policía finlandesa ha anunciado este mismo viernes que empezará a investigar el fondo marino alrededor del buque Eagle S que transportaba aceite ruso por el Mar Báltico. También se sospecha que ha dañado cuatro líneas de internet, según The Guardian. El buque se encuentra actualmente retenido frente a la costa de Porkkala, a unos 30 kilómetros de la capital, Helsinki.

Stubb, que en la víspera también mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro estonio Kristen Michal, ha confirmado en rueda de prensa que la OTAN fortalecerá su presencia en torno a infraestructuras críticas europeas en el mar Báltico. La Guardia Fronteriza finlandesa ha aumentado su nivel de preparación para evitar derrames de petróleo, mientras que las autoridades marítimas suecas han reforzado los controles de tráfico, según ha recogido la cadena de televisión SVT.

La flota en sombra del Kremlin

El director general de Aduanas, Sami Rahskit, indicó que el barco investigado pertenece a la llamada «flota en la sombra» de Rusia. Stubb comentó en X: “Tenemos que prevenir el riesgo impuesto por los buques pertenecientes de la flota en sombra rusa”. Paralelamente, el portavoz de Putin, Dimitri Peskov, ha asegurado que la rotura del cable «no es un asunto importante» para la Presidencia rusa, según TASS.

La “flota en sombra” es una táctica utilizada por el gobierno ruso desde el inicio de las sanciones impuestas por la mayoría del mundo occidental sobre el aceite ruso por su invasión de Ucrania. Para evitar las sanciones, buques rusos utilizan banderas de otros países, junto con estructuras complejas de propiedad y gestión, para esconder el origen de la mercancía que transporta. Por ello, se sospecha que el buque que portaba la bandera de Islas Cook y que provenía de un puerto ruso forma parte de esta estrategia del Kremlin.

Un estudio del Colegio de Kiev de Economía estima que Rusia ha invertido 10 mil millones de dólares en este tipo de flota. Además, la mayoría de los buques funcionan a tiempo parcial para Rusia, sirviendo a otros clientes y transportando otro tipo de mercancías, haciendo que sean muy difícil de rastrear y sancionar. Otro estudio de Carnegie Politika reveló que una cuarta parte de la flota internacional transporta mercancía rusa, haciendo que la “flota en sombra” no sea “ni tan separada ni tan desconocido como se pensó”.

 La importancia del Mar Báltico

 Este mar es una de las aguas con el tráfico más denso del mundo y nueve países tienen acceso a ellas. Además de su localización, es una zona con relevancia histórica dado que muchos de los países con acceso al mar formaban parte de la Unión Soviética. Igualmente, es la salida al mar del puerto de San Petersburgo, uno de los puertos principales de Rusia.

La adhesión de Finlandia a la OTAN en 2023 y la de Suecia a principios de 2024 ha convertido al Mar Báltico en aguas de la Alianza Atlántica. Esto puede ser percibido como una amenaza para el país soviético, especialmente tomando en cuenta el acuerdo sobre el telón de acero durante la Guerra Fría. Se ha utilizado para un ejercicio marítimo este año de la OTAN llamado Freezing Winds (Viento Helado en español) y también es la zona donde la Alianza Atlántica intercepta a aviones de combate rusos.  

El control del Mar Báltico también es especialmente relevante en el caso de una ofensiva rusa. Durante la guerra fría, el comandante de las fuerzas navales del norte de Europa, el Vicealmirante Arthur Pedder, destacó que la zona es clave para frenar submarinos y flotas rusas, algo que se sigue manteniendo hasta hoy en día.  

Debido a la desventaja rusa en la zona, analistas geopolíticos de Proximities advierten que Rusia continuará a intentar desestabilizar a la región para poder incrementar su capacidad militar, con o sin la guerra en Ucrania.

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