De repente, hurgas en tu bolso y no encuentras el móvil. Unos calores intensos te empiezan a subir por el cuerpo, mientras comienzas a experimentar una gran sensación de agobio. Todos la hemos tenido alguna vez. Un aluvión de pensamientos te inundan la mente: tarjetas de crédito digitales, los contactos de la agenda, las conversaciones privadas de WhatsApp, fotos de tus hijos, de tu pareja…El teléfono móvil se ha convertido actualmente en el cofre de un valioso tesoro y contiene, casi literalmente, toda nuestra vida. 

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