El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, suspendió una visita planeada a Israel del canciller holandés, Caspar Veldkamp, después de que este anunciara que Holanda cumpliría las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional en La Haya contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa, Yoav Gallant.

La oficina de Sa’ar expresó la “decepción, en nombre del gobierno de Israel y del pueblo de Israel”, debido al anuncio de Veldkamp en el Parlamento holandés, que siguió a la decisión de la Corte Penal Internacional. Tras una discusión entre ambos, se confirmó que la visita prevista para el próximo lunes no se realizará.

El jueves, la CPI emitió órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant por la guerra en Gaza, un hecho sin precedentes que deja a ambos en riesgo de ser detenidos en numerosos países. También emitió una orden contra Muhammad Deif, comandante de Hamás asesinado en julio por Israel, aunque no pudo determinar su destino exacto.

Caspar Veldkamp declaró que su país está listo para obedecer dichas órdenes, sumándose a otros funcionarios europeos que señalaron estar dispuestos a arrestar a los líderes israelíes si llegaran a sus territorios.

La cancelación de la visita generó críticas del líder opositor Yair Lapid, quien acusó a Sa’ar de “aislar más a Israel sin propósito alguno”. En X, afirmó que “la decisión de cancelar la visita es apresurada y equivocada”, argumentando que el enfoque debería ser construir alianzas políticas contra las órdenes de arresto, no aislarse del mundo.

Lapid añadió que el gobierno debe actuar con “inteligencia política y no impulsividad” para prevenir futuras órdenes de arresto contra oficiales y soldados israelíes. Por su parte, Sa’ar respondió diciendo que “la falta de orgullo nacional y sabiduría diplomática no es motivo de orgullo”, y destacó la postura diferente de países como Austria y Hungría ante las decisiones de La Haya.

Según informes de medios israelíes, se teme la emisión de más órdenes de arresto relacionadas con Judea y Samaria, debido a decisiones esperadas de la ONU y la Corte Internacional de Justicia sobre la política israelí en esa región.

La postura de Sa’ar fue respaldada por el ministro de la Diáspora, Amichai Chikli, quien había solicitado cancelar la visita antes del anuncio oficial. Chikli criticó duramente a la CPI, describiéndola como “claramente antisemita” y condenando la equiparación entre líderes israelíes y jefes terroristas. “No debemos ceder”, destacó.

Geert Wilders, líder de la coalición holandesa y aliado de Israel, aún no se ha pronunciado sobre las órdenes de arresto, aunque condenó en mayo la solicitud del fiscal de la CPI. El jueves, Wilders también denunció una filtración de detalles sobre su próxima visita a Israel, advirtiendo que esto compromete su seguridad, aunque no comentó sobre los planes de la visita.

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