- Problemas en el alojamiento y para equiparse
- Condiciones de trabajo precarias
“Trabajo en condiciones precarias”. Es el resumen que la Unión de Militares de Tropa (UMT) hace de las tres semanas de despliegue de las Fuerzas Armadas en la provincia de Valencia para atender a los afectados por las inundaciones del 29 de octubre.
Esta asociación profesional, con representación en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, aplaude que los militares, a pesar de las adversidades, “no se han quejado por el trabajo, ni hasta ahora por las condiciones en las que lo desarrollan, pues lo primero es la población, pero ya creemos que es hora de visibilizar estos problemas”.
Lamenta que detrás del esfuerzo de los 8.000 militares que trabajan cada día en las zonas afectadas “se esconden condiciones de vida y trabajo precarias que merecen ser destacadas”.
Problemas en el alojamiento y para equiparse
Desde la Unión de Militares de Tropa muestran su preocupación “por las condiciones en las que estos soldados están siendo alojados”.
Alertan de que “después de jornadas interminables y extenuantes”, los miembros de las Fuerzas Armadas desplazados a Valencia no tienen garantizado “un descanso digno”.
Miles de militares se alojan en el recinto de Feria de Valencia, en literas para dormir, con duchas portátiles, cocinas, comedor… instalados por la Brigada Logística y el Mando de Ingenieros del Ejército de Tierra.
Otros colectivos que han movilizado personal, como la Policía Nacional y la Guardia Civil, alojan a sus efectivos en hoteles.
La Unión Militar de Tropa también apunta que “los militares han encontrado dificultades a la hora de equiparse para los trabajos que se les han asignado, enfrentándose a ellos con lo puesto, a jornadas de trabajo infinitas, y en situaciones muchas de ellas extremas”.
Entre militares han circulado algunas imágenes de intervenciones en las que lamentan que los militares actúan sin ciertos medios de seguridad: se aplaude el arrojo y el empeño en servir, pero se advierte del peligro que supone para los soldados.
Lo mismo ocurre con el asunto de las jornadas y los descansos: si bien la mayoría coincide en que es una situación excepcional en la que se vuelcan por completo, también hay quienes advierten que el personal debe estar bien cuidado, bien descansado, o no podrá rendir bien el trabajar en las zonas afectadas. Sobre todo, cuando están desplegados muchos días, y eso va causando desgaste físico y mental.
Por todo ello, la UMT ha solicitado al Ministerio de Defensa información sobre las condiciones de vida y de trabajo de los militares desplegados en Valencia.
Reclama al departamento de Margarita Robles un informe detallado sobre las condiciones en las que los militares desplegados realizan su misión. También solicita datos sobre los recursos con los que cuentan los militares para el desarrollo de su trabajo, trabajo que comenzó con la catástrofe y que no tiene fijada una fecha final.
Condiciones de trabajo precarias
Además de estas cuestiones, esta asociación profesional de las Fuerzas Armadas considera que “el compromiso demostrado por los militares en Valencia no debe invisibilizar las problemáticas estructurales que les afectan”.
Subraya que “las condiciones precarias en las que trabajan y su futuro incierto contrastan con el papel esencial que desempeñan en emergencias nacionales”.
“Salarios precarios, temporalidad arraigada en el Ministerio de defensa, una profesión no reconocida como Profesión de Riesgo, un cúmulo de situaciones que ahora mismo están de lado pues lo primero es ayudar a la población civil en su recuperación”, cita la UMT, que apostilla que “una vez que pase todo esto, seguiremos con los mismos problemas y la misma miseria laboral a la que el Ministerio de defensa nos tiene abocados”.
Por eso insiste en la necesidad de una reforma legislativa que dignifique la labor de los militares y garantice su seguridad y estabilidad laboral.
“Mientras las lluvias cesan y la reconstrucción avanza, la labor de los militares sigue siendo un recordatorio de la importancia de invertir en quienes están dispuestos a sacrificarlo todo por el bien común”, concluyen en la Unión de Militares de Tropa: “La Dana en Valencia no solo deja un rastro de destrucción, sino también una oportunidad para repensar el trato que reciben quienes están en la primera línea de defensa del país”.