En medio de la maraña de resultados empresariales que se conocerán la semana que viene, sin olvidar los muchos datos macro relevantes -entre los que destacan la inflación y el PIB de la eurozona, y el informe de empleo y el PCE de EEUU-, hay varios acontecimientos que estarán también muy presentes en los mercados.

Por un lado, la presentación del temido Presupuesto británico, que tendrá lugar el 30 de octubre, miércoles, y que anticipa subidas de impuestos que tienen a más de uno muy preocupado. Por otro lado, las elecciones de Japón, que se celebran este domingo, con la reacción esperada en los mercados el lunes, junto con la decisión de tipos del Banco de Japón (BoJ), que tendrá lugar el 31 de octubre, jueves.

MAYOR INCERTIDUMBRE POLÍTICA

El conservador Partido Liberal Democrático (PLD), que ostenta el poder, se presenta como favorito para ganar las elecciones del domingo en Japón pese a los múltiples escándalos a los que se ha enfrentado, así como su crisis de liderazgo, que llevó a la reciente elección en primarias de Shigeru Ishiba como nuevo primer ministro.

Las encuestas prevén que el PLD pierda 50 escaños y esto provocará que dependa más de sus socios de coalición para gobernar, lo que incrementará la incertidumbre política, en opinión de los analistas.

«Uno de los socios quiere volver a una política monetaria más flexible», comenta Bob Savage, responsable de estrategia y análisis de mercados de Bank of New York Mellon (BNY). «El riesgo de que la oposición impulse medidas sobre criptomonedas y otros asuntos podría limitar el flujo de capital hacia Japón, llevando a una continúa debilidad del yen y aumentando el riesgo para el crecimiento, lo que a su vez refuerza la reticencia del BoJ de subir tipos de manera más rápida».

Las encuestas prevén que el PLD pierda 50 escaños y esto provocará que dependa más de sus socios de coalición

En concreto, desde BNY creen que los inversores japoneses enfrentan ahora tres riesgos principales. El primero, que el PLD pierda su mayoría en las elecciones, reavivando la referida incertidumbre política. El segundo, que el BoJ detenga las subidas de tasas, provocando una mayor debilidad del yen. Y, en tercer lugar, los riesgos aparejados con las elecciones de EEUU, que afectan ciertos sectores y la relación comercial.

El PLD ha gobernado Japón durante casi toda la era de posguerra y mantiene actualmente una mayoría en la cámara baja de 465 escaños. Su socio de coalición es Komeito, un partido respaldado por un gran grupo budista laico que a menudo brinda apoyo crucial al PLD en sus campañas.

Aunque la popularidad del PLD cayó a un mínimo del 25,5% en junio, el más bajo desde que retomó el poder en 2012, sigue siendo el partido más popular en un panorama político fragmentado, con el respaldo del 31,3% de los encuestados en una encuesta de NHK a mediados de octubre y del 31,8% en una encuesta de Kyodo News.

«Si bien el PLD aún cuenta con un fuerte apoyo, el principal partido de oposición, el Partido Constitucional Democrático de Japón (PCDJ), está ganando terreno, alcanzando un 15,4% de apoyo. Una encuesta de Asahi estima que el PCDJ podría obtener hasta 140 escaños en las elecciones, frente a los 98 actuales», explica Savage.

Dice el estratega de BNY que, para entender lo que está en juego en Japón, se pueden observar las encuestas y las preocupaciones de los votantes. Según la encuesta de NHK, la inflación es la primera preocupación y, en segundo lugar, la corrupción (debido a los escándalos del Gobierno). En una señal del impacto de los crecientes costes de vida, los alimentos y productos de uso diario encabezaron la lista de artículos en los que los encuestados dijeron haber aumentado sus gastos respecto al año pasado, según una encuesta trimestral del Banco de Japón realizada a principios de octubre.

«El papel del IPC en las elecciones vuelve a poner al BoJ en el centro de la atención política. El primer ministro Ishiba ha instruido a los ministros a preparar un nuevo paquete económico para aliviar el impacto en los hogares debido al aumento de los costes de vida», remarca Bob Savage.

La oposición del PCDJ ha anunciado, por su parte, planes para incrementar el gasto en bienestar social, incluyendo la educación universitaria gratuita. El reciente dato de IPC de Tokio, que fue menor a lo esperado, sigue destacando el aumento de precios en servicios públicos, productos para el hogar, alimentos y actividades recreativas.

¿QUÉ DECIDIRÁ EL BOJ?

Con este contexto, para la reunión de la próxima semana hay división de opiniones en el mercado sobre la decisión que tomará finalmente el Banco de Japón.

Bank of New York Mellon, por su parte, espera que el BoJ aumente las tasas nuevamente después de elevarlas en julio hasta el 0,25% desde el anterior rango fijado entre el 0% y el 0,1% y de mantenerlas sin cambios en septiembre.

Hay división de opiniones en el mercado sobre la decisión que tomará finalmente el BoJ sobre los tipos el jueves

ING, sin embargo, considera probable que mantenga su enfoque de esperar y que no toque tipos.

«En la reunión de la próxima semana, se espera que el Banco de Japón haga una pausa, pero es importante observar cómo interpreta las recientes dinámicas de precios y su evaluación de riesgos para la economía de EEUU. Mantenemos la probabilidad de un aumento de tasas en diciembre en poco más del 50%, dado el contexto inflacionario en Japón y la reciente depreciación del yen. Sin embargo, esto dependerá en gran medida del resultado de las elecciones en EEUU y de la evolución de los mercados financieros globales» señala ING.

Añade que, después de ser criticado por falta de comunicación cuando subió su tasa clave en julio, el BoJ intentará mejorar su comunicación a través de su informe de perspectivas y su evaluación de la economía.

«En cuanto al informe de perspectivas económicas, es probable que la previsión del PIB para el año fiscal 2024 sea revisada a la baja de manera significativa, reflejando la reciente caída en la producción relacionada con el sector automotriz y los desastres naturales, aunque el PIB para los próximos años probablemente se mantenga sin grandes cambios. En cuanto a la inflación, el Banco de Japón podría revisar al alza su previsión para el año fiscal 2024, aunque no se esperan cambios significativos. El momento de la próxima subida de tasas sigue siendo muy incierto, pero se espera que el Banco de Japón eleve su tasa de política monetaria al 1,0% para finales del próximo año».

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