La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha decidido no acudir a la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apartándose así del resto de presidentes del PP y del criterio de Alberto Núñez Feijóo, que, sin embargo, ha dicho que «comprende» su postura.

Tras la decisión de Ayuso, Moncloa ha seguido cerrando las entrevistas del próximo viernes, cuando el jefe del Ejecutivo recibirá a las presidentas de Baleares, Marga Prohens, y Extremadura, María Guardiola, a la espera de confirmar cuándo acudirá el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, también del PP.

Entre tanto, la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, ha presentado una demanda contra el presidente del Gobierno y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, por injurias y calumnias. Sus abogados reclaman 100.000 euros al jefe del Ejecutivo y 50.000 al ministro.

Ayuso marca perfil propio

La dirigente madrileña ha vuelto a marcar perfil propio y lo ha hecho con el conocimiento de su jefe de filas, que mantiene su postura de que es un error no acudir a Moncloa, pero comprende a Díaz Ayuso después de que Sánchez afirmase que su pareja, Alberto González Amador, es un «delincuente confeso» y que ella «presuntamente» podría haberse beneficiado.

En un comunicado, Ayuso ha aducido dos razones para no acudir a Moncloa. La primera es que es que la ronda de Sánchez es en el marco «de la ruptura de la Hacienda común» y «no se puede normalizar lo que no es». La segunda son las palabras de Sánchez, pronunciadas en un viaje a Bruselas, que el Gobierno madrileño considera unas «gravísimas acusaciones» y una «campaña inaceptable e impropia de un Gobierno contra una administración inferior».

Y así lo ha reafirmado en declaraciones ante los periodistas, donde ha dicho que las reuniones con Sánchez pretenden «blanquear» la financiación singular de Cataluña y que no sirven, ni han servido «para nada». Además, ha afirmado que expresó su posición ante el Comité Ejecutivo del PP.

Ayer domingo comunicó su postura a Feijóo, según han informado fuentes de la dirección nacional del PP. El presidente de los populares mantiene que no reunirse con el jefe del Ejecutivo es un «error», como sostuvo el pasado 7 de septiembre en una entrevista con El Mundo, pero «es comprensivo» con las motivaciones de Díaz Ayuso, indican las mismas fuentes.

Feijóo no se ha pronunciado públicamente al respecto, aunque desde Génova inciden en la gravedad de las declaraciones de Sánchez y en la causa abierta contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por supuesta revelación de secretos, respecto al litigio que el novio de Díaz Ayuso mantiene con Hacienda.

Al fiscal general ha aludido también el portavoz de PP, Borja Sémper, que ve «razonable» el enfado de la presidenta madrileña, aunque en su caso habría acudido a Moncloa, para afear su actitud a Sánchez «a la cara».

Ayuso consuma un plante ya anunciado

Este lunes, Ayuso ha consumado un plante que ya había anticipado, porque en septiembre alentó a sus compañeros a no acudir a los encuentros del presidente, sin lograr un frente común contra el jefe del Ejecutivo. Este lunes, barones que ya han mantenido estas reuniones bilaterales han respaldado su postura.

Es el caso del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que le ha trasladado «todo» su apoyo y ha manifestado que «no es tolerable una persecución política ad hominem» como la que, a su juicio, se le está realizando a la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Críticas desde la izquierda y pulla de Vox

Ayuso ha recibido duras críticas por parte del Gobierno, tanto del ala del PSOE como de Sumar. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, le ha acusado de plantear un «pulso» a Feijóo, mientras que Óscar López, ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, la ha calificado de «jefa» del líder del PP.

También han negado que Ayuso haya sido difamada por Sánchez y Bolaños ha acusado al novio de la presidenta de haberse querellado contra la verdad porque fue su abogado quien reconoció que su cliente había cometido dos delitos contra la Hacienda Pública.

A las críticas se han unido otros ministros como Fernando Grande-Marlaska, Elma Saiz o la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, que ha acusado a Ayuso de no cumplir con «sus mandatos constitucionales». En Madrid, PSOE y Más Madrid han afeado que no acuda a la cita en Moncloa, calificando su actitud de «rabieta» o acusándole de no trabajar para todos los madrileños.

Por otra parte, el movimiento de Ayuso ha sido calificado de escenificación por parte de Vox, que ha señalado que la política es teatro y la presidenta de la Comunidad de Madrid una «actriz consumada que a la hora de la verdad sigue aplicando políticas de la izquierda», según ha dicho el portavoz del partido, José Antonio Fúster.

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