El esloveno Tadej Pogacar (UAE), campeón del mundo, cumplió este sábado con las expectativas y conquistó el Giro de la Emilia con una superioridad apabullante, volando en el complicadísimo ascenso de San Luca y levantando los brazos en solitario entre la lluvia y niebla de Bolonia con casi 2 minutos de ventaja.
Pogacar volvió a hacer ordinario algo impensable para muchos. En una jornada pasada por agua, con una espesa niebla que complicó el recorrido, logró reinar sin complicaciones, celebrando sobre el cemento su histórico 2024 tras convertirse en el tercer ciclista tras Eddy Merckx en 1974 y Stephen Roche en 1987 en ganar el mismo año el Giro de Italia, el Tour de Francia y el Mundial.
El Giro de la Emilia, una de las clásicas italianas, era una de las pocas citas que el esloveno no tenía en su palmarés y no dejó escapar su oportunidad para sumar otro título, el primero como campeón del mundo, mientras prepara ‘Il Lombardia’.
Con un circuito por Bolonia, la carrera tuvo un solo dominador. No hubo opción a ninguna sorpresa, nadie pudo evitar lo inevitable, una victoria otra vez espectacular del esloveno que rubricó a falta de 38km, con un ataque en la primera de las cinco subidas al San Luca, de 2,1 km y en torno al 10% de pendiente.
Se acabaron en ese momento las opciones del resto de mortales, en concreto las del británico Thomas Pidcock (INEOS) y el italiano Davide Piganzoli (Polti Kometa), que completaron el podio a casi dos minutos de distancia de Pogacar. El español Enric Mas fue octavo.
Evenepoel y Roglic, impotentes ante Pogacar
Ni el belga Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step) ni el también esloveno Primoz Roglic (BORA) pudieron luchar en las últimas vueltas al circuito con el campeón del mudo, en una de las peleas más esperadas de la jornada que nunca llegó.
Pogacar celebró por todo lo alto en la Emilia Romaña, con casi 40km en solitario, una temporada histórica en la que volvió a quedar demostrado que no tiene rival. Su siguiente objetivo, ‘Il Lombardia’ el próximo sábado.