Mientras gran parte del Medio Oriente expresa su indignación ante los recientes y destructivos ataques israelíes contra Hezbolá y sus líderes, algunas comunidades han celebrado el debilitamiento de la poderosa milicia. Este sentimiento es especialmente fuerte en partes de Siria, donde Hezbolá ha jugado un papel clave en la brutal represión del presidente Bashar al-Assad contra sus opositores.

En áreas rebeldes sirias, la noticia de los ataques israelíes contra Hezbolá ha provocado celebraciones y cánticos en las calles. Durante la última década, Hezbolá ha respaldado militarmente a Assad, siguiendo los intereses de Irán, y su participación en la guerra civil siria ha sido señalada por operaciones como asedios que dejaron a comunidades hambrientas durante meses y desplazamientos forzados de musulmanes sunitas, principales opositores del régimen.

La historia de Hezbolá se remonta a su lucha contra la ocupación israelí en el sur del Líbano, que terminó en 2000, y la oposición a Israel sigue siendo central en la identidad de sus seguidores. Sin embargo, en las últimas semanas, Israel ha lanzado ataques continuos contra la organización, culminando con el ataque aéreo que mató a su líder, Hassan Nasrallah, el pasado viernes. Esta noticia ha desatado reacciones de celebración en redes sociales por parte de sirios opositores al régimen de Assad, muchos de los cuales han usado el hashtag “ana shamtan”, que significa “me siento feliz por el mal ajeno”.

A diferencia de los bombardeos en Gaza, que suelen ser condenados por gran parte del mundo árabe y vistos como actos genocidas, los ataques israelíes contra Hezbolá han sacado a la luz divisiones dentro del panorama político de la región. Algunas comunidades árabes, incluyendo ciertos grupos cristianos y sectores del mundo musulmán sunita, se muestran cautelosos, si no hostiles, ante las milicias chiitas respaldadas por Irán, a las que ven como una herramienta para mantener el dominio sectario en la región.

Estos sentimientos también se reflejan en algunas partes de la comunidad sunita de Irak, que se siente marginada por lo que consideran un trato represivo por parte del gobierno chiita respaldado por Irán y por el creciente poder de las milicias chiitas en su país. Un líder sunita iraquí publicó un video donde se observa el humo saliendo del distrito de Dahiyeh, el bastión de Hezbolá al sur de Beirut, con un emoji sonriente y la frase “su humo cubre el sol”.

A pesar de la celebración de los ataques a Hezbolá, muchos opositores al grupo han aclarado que su schadenfreude no debe interpretarse como un apoyo a Israel o sus bombardeos en Gaza, que han causado más de 40,000 muertes. Youssif Tamimi, un periodista iraquí, señaló en la plataforma X que alegrarse por la muerte de Nasrallah no implica respaldar a Israel, del mismo modo que muchos chiitas celebraron la ejecución de Saddam Hussein sin apoyar la presencia estadounidense en Irak.

Como recordatorio de su rechazo a Hezbolá, los opositores sirios han compartido videos de hace una década donde se ve a terroristas del grupo golpeando y humillando a civiles durante la distribución de pan en áreas sitiadas por Assad y Hezbolá. También han resurgido videos de figuras pro-Hezbolá burlándose de la oposición siria, como uno en el que un periodista se graba comiendo mientras informa sobre una zona asediada, o caminando sonriente por calles destruidas.

En Idlib, un bastión rebelde en el norte de Siria que ha sufrido bombardeos constantes por parte de las fuerzas respaldadas por Assad, las comunidades que anteriormente protestaban por los ataques en Gaza ahora comparten videos de celebraciones con tambores, cantos y dulces. Un cántico en medio de la celebración resume sus sentimientos y deseos: “Deseamos lo mismo para ti, Bashar”.

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