Cuando más quemaba la raqueta, cuando más tensión había sobre la pista, Europa se encomendó una vez más a su última esperanza para volver a saborear la gloria en la Laver Cup. Carlos Alcaraz cargaba sobre sus hombros el destino de su equipo en el partido decisivo del torneo que iba a dictaminar el ganador de esta edición. El murciano, como casi siempre, respondió a la llamada y en las tierras de Beethoven entonó la ‘Oda a la Alegría‘ para confirmar la remontada de su equipo en la Laver Cup.
El equipo europeo llegaba este domingo con la difícil tarea de remontar contra el Resto del Mundo. Los tenistas liderados por Björn Borg, con cuatro puntos, veían de lejos a sus rivales, con ocho, que solamente necesitaban dos victorias -los puntos valen triple el último día de la competición- para confirmar su victoria en la Laver Cup. Sin embargo, Europa contaba con algunos ases sobre la manga que no ha dudado en mostrar este último día de torneo.
La remontada, en manos de Alcaraz
El día arrancaba en el Uber Arena con una victoria en dobles de Alcaraz y Ruud, aunque el Resto del Mundo contraatacaba con un enorme Ben Shelton que venció a Medvedev con convencimiento. El equipo europeo quedaba contra las cuerdas; una derrota sentenciaba sus aspiraciones, pero Zverev conseguía vencer a Tiafoe para forzar un último partido -el primero que se disputa desde que se creó la competición- para decidir el campeón de la Laver Cup.
Björn Borg se había reservado a Carlos Alcaraz para el momento decisivo en un partido donde el Resto del Mundo confiaba en Taylor Fritz, reciente finalista del US Open, para conquistar su tercera Laver Cup consecutiva. El murciano, para su desgracia, está demostrando que está de vuelta a su mejor nivel y que cuando está pletórico, nadie -o casi nadie- puede hacerle frente.
Alcaraz vuelve a su mejor nivel
El murciano arrancaba su partido contra Fritz a todo gas; rompió con 1-1 en el marcador y volvió a hacerlo con 3-1 arriba para poner el primer set de cara que se terminó llevando con solvencia (6-2). El murciano estaba inconmensurable en pista, repartiendo golpes de izquierda a derecha con su habitual abanico de trucos que solamente sus manos saben replicar. Bajo la atenta mirada de Roger Federer, el murciano pareció demostrarle que tiene un digno heredero en el circuito.
Alcaraz no aflojó el ritmo en el segundo set; rompió a Fritz con 2-1 y empezó a ver de cerca la conquista -y remontada- de la Laver Cup, que podrá ser un torneo de exhibición, pero que se vive con especial emoción respecto a otras competiciones. El murciano, que no se permitió errores durante el partido sabedor de que el equipo europeo dependía exclusivamente de su raqueta, terminó confirmando la remontada cerrando el segundo set con sufrimiento (7-5) para devolver la gloria a Europa después de dos años de sequía en el torneo (13-11). El torneo, que una temporada más sigue congregando a los mejores tenistas del planeta, cierra la edición de este año por todo lo alto.