Cuando más quemaba la raqueta, cuando más tensión había sobre la pista, Europa se encomendó una vez más a su última esperanza para volver a saborear la gloria en la Laver Cup. Carlos Alcaraz cargaba sobre sus hombros el destino de su equipo en el partido decisivo del torneo que iba a dictaminar el ganador de esta edición. El murciano, como casi siempre, respondió a la llamada y en las tierras de Beethoven entonó la ‘Oda a la Alegría‘ para confirmar la remontada de su equipo en la Laver Cup.

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