El impacto de los aerogeneradores en la avifauna es una preocupación que exponen desde hace tiempo los grupos ambientalistas, pero también lo es para el sector eólico. Cada año mueren cientos de miles de aves y murciélagos por colisiones con las aspas de las turbinas de los parques eólicos. Solo en España se ha constatado la muerte de 9.000 aves en los últimos tres años. Pero el resultado se refiere a cadáveres hallados, por lo que el número real de bajas podría ser mucho mayor.

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