El anuncio este lunes de la concesión de ayudas públicas por valor de 69,5 millones de euros para descarbonizar total o parcialmente los procesos productivos de las fábricas de Fertiberia y Asturiana de Zinc (Azsa) y la confirmación el martes de que esas subvenciones harán posibles inversiones añadidas por un importe de más de 255 millones (240 en Fertiberia y 15 en Azsa) fue la comidilla en los corrillos de autoridades y expertos en energía reunidos en Avilés esta semana con motivo de la celebración del XVII Encuentro Ibérico de parques científicos y tecnológicos, que precisamente tiene como lema la «industria verde».
La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado, Nieves Roqueñí, se hizo eco de la buena nueva nada más poner los pies en la plaza del Niemeyer, donde inauguró la segunda jornada de trabajo del Encuentro Ibérico: «Es una noticia ilusionante, Avilés es un espacio singular con un importante ecosistema industrial y los compromisos ahora adquiridos en materia de descarbonización dan proyección de futuro». Ya en su intervención ante los congresistas, volvió a pronunciarse sobre el asunto: «El anuncio de ayudas por importe de casi 70 millones de euros para que Fertiberia y Azsa se sumen a la transición ecológica es un ejemplo de que la innovación sirve al desarrollo industrial y en el caso concreto de Azsa [que proyecta construir un gran parque fotovoltaico] influye positivamente en el necesario cambio de mentalidad: en Asturias, una región de la que a priori puede pensarse que tiene poco potencial para aprovechar la energía solar, un gran industria desarrollará el mayor parque solar de autoconsumo de España».
En declaraciones a este diario, la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, destacó que la noticia de las ayudas concedidas a Fertiberia y Azsa alinea en el mismo objetivo «a las empresas, que se comprometen a invertir para transformar sus consumos energéticos; al Estado, que apoya financieramente; y a los poderes autonómico y local, que trabajan en sintonía con el objetivo de descarbonizar la industria y, por extensión, la economía». A juicio de Monteserín, «esta es la industria de futuro que queremos». Y añadió que «la descarbonización de la industria es imprescindible, pero debe hacerse con criterio, con todos los actores mirando en la misma dirección y con corresponsabilidad; los ejemplos de Fertiberia y Azsa cumplen con esos parámetros y por eso cabe felicitarse».
También presente en el Encuentro de parques científicos y tecnológicos, el secretario general de CC OO en la comarca de Avilés, José Manuel Rodríguez Baltar, hizo una lectura de la noticia de las ayudas concedidas a Azsa «y especialmente a Fertiberia» en clave laboral: «La inversión asociada a la transformación de la fábrica de fertilizantes es un avance crucial para caminar hacia la meta a la que queremos ir: la industria verde. Por añadido, esto ata a las empresas al territorio y garantiza el empleo a futuro, además del que se generará en el transcurso de las obras a realizar».
El secretario general del PSOE de Avilés y diputado autonómico, Luis Ramón Fernández Huerga, valoró la «continuidad productiva» que vendría a garantizar la realización de las inversiones a realizar por Fertiberia y Azsa en materia de descarbonización, resaltó que «la aportación pública moviliza y multiplica la inversión privada» y respaldó, como la Alcaldesa de Avilés, la idea de que «este es el tipo de industria que queremos, la que encaja en el modelo económico de innovación y sostenibilidad».
David Parra Mendoza, director del departamento de Hidrógeno del Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (CIIAE), expuso con realismo en el XVII Encuentro Ibérico de parques científicos y tecnológicos el potencial del hidrógeno verde como combustible limpio al servicio de la industria. Según dijo «es una alternativa en los casos en los que generación y consumo están juntos», pero del mismo modo admitió que «el transporte y el almacenamiento son un problema cuando aumenta la distancia entre los puntos de generación y consumo».
Parra Mendoza habla con conocimiento de causa, pues fue investigador senior y docente en la Universidad de Ginebra (Suiza), donde coordinó la investigación sobre almacenamiento de energía e hidrógeno. A su juicio, «se debe seguir investigando para mejorar las tecnologías de almacenamiento y transporte y así convertir el hidrógeno en una alternativa energética viable y asumible en términos de costes». Este ingeniero especializado en hidrógeno prevé que «para 2030 tendremos en funcionamiento ejemplos de la utilización de hidrógeno en plantas industriales muy localizadas, pero la generalización de la tecnología aún tardará y requiere apoyo público».
Suscríbete para seguir leyendo