Las temibles PFAS (compuestos químicos potencialmente tóxicos ampliamente presentes en utensilios y productos de uso cotidiano) pueden ser absorbidos fácilmente a través de la piel humana, ingresando así a nuestro organismo, sin necesidad siquiera de ingerirlos. Así lo ha demostrado un reciente estudio científico publicado en la revista ‘Environment International’.

Fuente