La nueva causa sobre la trama rusa del procés abierta por el juez Joaquín Aguirre, del Juzgado 1 de Barcelona, ha indignado al independentismo catalán. Especialmente al abogado Gonzalo Boye, letrado de uno de lso principales investigados, Carles Puigdemont, y él mismo acusado por la instrucción de Aguirre. Boye ha tachado el auto conocido este viernes, en el que se acusa a un nutrido grupo de dirigentes independentistas de alta traición, de «delirio» fruto de los psicotrópicos.

«Voy a hablar como acusado y no como abogado», advertía Boye en TV3 antes de lanzar su andanada: «A ciertas edades los psicotrópicos son peligrosos y llevan a delirios como el que estamos leyendo en estas 57 páginas que se han escrito a costa del erario público». Para el responsable de la defensa jurídica de Puigdemont, «la auténtica malversació es esa».

Aguirre «no debería estar capacitado para ser juez» advierte Boye, que acusa al titular de Juzgado 1 de Barcelona de construir la causa al dictado «de un periodista amigo». Asegura, además, tener pruebas de «la participación de ciudadanos particulares en el diseño de esta causa».

Alta traición

«Soy extranjero, no puedo traicionar a una patria que no es la mía» ironiza Boye sobre la acusación de alta traición que el magistrado dirige cntra el propio Boye, los ex presidentes Carles Puigdemont y Artur Mas y miembros de la dirección de CDC primero, y Junts después, como Elsa Artadi, Josep Lluís Alay o Francesc Dalmases. Un listado de acusados que según Boye «podría haber hecho un domingo de paella».

Boye reprocha al juez Aguirre que con esta nueva interlocutoria intenta «justificar lo injustificable» que a su juicio es «nueve años con una causa prospectiva abierta contra el independentismo catalán». También de «saltarse las órdenes» de la Audiencia Provincial de Barcelona y «deslegitimar» al poder legislativo que aprobó la Ley de amnistía.

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