No encuentra su sitio Holanda. Lleva años, décadas en esa búsqueda de lo que fue (aquella Eurocopa de 1988 con Van Basten, Rijkaard, Koeman, Gullit derrotando por 0-2 a un país, la URSS, que ni existe, queda como su única cumbre pisada tras perder hasta tres finales de un Mundial) y ya no es. Este domingo inicia una nueva andadura frente a Polonia, y sin Lewandowski, en Hamburgo, obsesionado el país en reencontrar aquello que deslumbró al mundo hace tantos y tantos años.
«Hay varias selecciones favoritas, pero no estamos entre ellas», ha reconocido Koeman con su tradicional sinceridad. No quiere engañar a nadie, consciente de que su equipo no está entre los grandes candidatos. Ni mucho menos, aunque el extécnico del Barça ha admitido que la ausencia de Lewandowski cambia un poco el partido, al tiempo que reconocía que Xavi Simmons es uno de los mayores talentos de los Países Bajos.
En esa búsqueda de la identidad perdida hasta el Ajax, símbolo de la revolución que se vivió en el país, con el fútbol total de la Holanda de Cruyff derrotada en el campo (Alemania-74), pero recordada para siempre por su innovador y sofisticado juego, ya no es tampoco lo que era. Ni manda en su país (quedó quinto en la Liga, a 25 puntos del campeón, el PSV Eindhoven) y su academia, un fértil laboratorio de talentos, se ha ido apagando.
Generaciones perdidas
Va dando vueltas la ‘oranje’ intentando recuperar la identidad perdidas. En el camino se han perdido, y a nivel de selección, varias generaciones de futbolistas. Ha vuelto a Koeman para suceder a Louis van Gaal. Es su segunda etapa en el banquillo de los Países Bajos tras su tumultuosa salida del Barça.
En su primera etapa (2018-2020), justo antes de atender la llamada de Josep Maria Bartomeu tras el 2-8 de Lisboa, el técnico devolvió el honor perdido al país. Lo metió en la Eurocopa del 2020, que se jugó en el 2021 por la pandemia, tras haberse quedado fuera de la de Francia-2016 y el Mundial de Rusia-2018, retrato de la profunda crisis que afectaba al país donde nació Johan Cruyff.
Juega Koeman con una línea de tres centrales dando vuelo a sus laterales, toca fijarse en Frimpong, una de las sensaciones del fútbol europeo con el Leverkusen de Xabi Alonso, teniendo como jefe de la defensa a Van Dijk, el pilar del Liverpool que era de Klopp y ahora pertenece a Arne Slot, el exentrenador del Feyenoord. Aunque también ha usado una línea de cuatro tradicional, siendo dúctil en la idea táctica.
Arropado por Aké, del Manchester City quedando en el olvido, aunque esté en Alemania, De Ligt, aquel central del último gran Ajax por quien el Bayern Múnich pagó 80 millones de euros y ahora ya no lo quiere. Pero la preparación de la selección neerlandesa sufrió un durísimo golpe al perder, y por lesión, en un solo día a dos referentes del centro del campo: Frenkie de Jong (Barça) y Koopmeiners (Atalanta).
Con poca amenaza ofensiva
Se ha quedado, de momento, sin la ideología táctica que le proporcionan estos dos futbolistas, por lo que ha tenido que recuperar a Ian Matsen (Dortmund), lateral zurdo, y Zirkzee (Bolonia), delantero que ha triunfado con Thiago Motta por quien el Milan está dispuesto a pagar 50 millones de euros.
Arriba, tiene poca amenaza Holanda, que depende del irregular Memphis, jugador indescifrable, pendiente, eso sí, de que Gakpo (Liverpool) o el ‘Bobo’ Wout Weghosrst (Hoffenheim) sean decisivos junto a Brobbey (Akax), que arrastra molestias, y Donyell Malen (Dortmund). Siendo una incógnita el rendimiento del efervescente Xavi Simmons (Leipzig).
Intentó Koeman convencer a Luuk de Jong para volver a la selección. Había marcado 29 goles en 34 jornadas llevando al PSV a la conquista de la Liga. Pero el técnico no lo logró
No pudo convencer Koeman, y eso que lo intentó por todos los medios, a Luuk de Jong, el exdelantero del Barça. pieza capital en la Eredivisie del PSV porque marcó 29 goles, además de repartir 15 asistencias en 34 jornadas. Con 33 años, Luuk firmó los mejores números de su larga carrera. Pero escogió quedarse en casa con la familia en vez de viajar a Alemania.
Y en Hamburgo, en un estadio donde Koeman marcó siendo jugador en la Eurocopa de 1988 un gol en el triunfo sobre Alemania (1-2) en las semifinales, debutará este domingo como seleccionador. «Con la pista de atletismo no era el mejor estadio para jugar», ha dicho el técnico.