Alejandro Fernández, candidato del PP a la Generalitat, pasó este martes por el Club Siglo XXI de Madrid, una asociación de debates constituida en 1969 y que tuvo un papel destacado en la Transición. Las dos Paloma Segrelles, madre e hija, al frente del club, invitaron al dirigente conservador a hablar de su visión de Cataluña, a poco de un mes de las elecciones catalanas del 12 de mayo. La prensa, sin límite de preguntas aunque con la frustración habitual de no verlas respondidas en algunas ocasiones, pudo plantearle todo: desde cómo ve la injerencia rusa en el ‘procés’ hasta por la comida aquella de la campaña de las gallegas en la que una alta fuente del PP admitió ante 16 periodistas que Alberto Núñez Feijóo estudió la amnistía durante 24 horas.
En ese ambiente, en el que muchos de los socios del Club aplaudieron las frases punzantes de Fernández contra el independentismo, y ante un público que también incluyó a Alejo Vidal Quadras, la primera cuestión de los medios de comunicación encontró uno de los titulares que dejó en la ciudad madrileña. Se le planteó si, ante los importantes de Cataluña ante la falta de agua o la necesidad de que vuelvan empresas, estaría dispuesto a hablar con los independentistas la próxima legislatura. «Voy a contestar con total claridad, porque, cuando te metes en vericuetos con estas cuestiones, la gente te malinterpreta. Tengo muy claro que yo no tengo nada que hablar con prófugos golpistas. Es así, creo que es de barrio Sésamo», soltó.