Confiaban todos de que el Castellón había tocado fondo, pero no. El Valencia B hurgó en la herida de un conjunto albinegro perdido en un limbo muy peligroso que le hace perder comba con las plazas de ascenso, y ese es su único objetivo. Hace tres meses daba gusto ver jugar y ganar a este equipo y ahora da pena, a la vez que no se entienden las alineaciones tan cambiantes de una semana a otra.