Dos semanas de padecimiento que han culminado con una lenta agonía prácticamente narrada en directo a lo largo de 48 horas en tertulias, titulares, memes, audios de supuestos testigos y hasta una canción que este viernes circulaba de móvil en móvil. Así se puede resumir la crisis que ha sacudido al bipartito de PP y Vox que gobierna en el Ayuntamiento de Elche después de que se acusara al concejal de Recursos Humanos y Deportes, José Navarro, de haber entrado bajo los efectos del alcohol en la parroquia de El Salvador y haber mantenido relaciones sexuales debajo de uno de los pasos de la hermandad a la que pertenecía, algo esto último que él siempre ha negado. Todo para que, al final, el edil del PP acabara cediendo a la presión y dimitiera este mismo viernes, tras dos días en el ojo del huracán, y con Abogados Cristianos amagando con emprender acciones legales por profanación, lo que hubiera supuesto el golpe de gracia para un Ejecutivo con un carácter religioso tan marcado.